La directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), Angie Rodríguez, presentó este miércoles su renuncia irrevocable al cargo de superintendente nacional de Salud ad hoc para la Nueva EPS, posición que había asumido hace apenas un mes y cinco días. La decisión, según explicó, busca evitar confusiones institucionales luego de conocer que terceros estarían utilizando su nombre para el cobro irregular de dineros a entidades promotoras de salud intervenidas.

Rodríguez comunicó su salida mediante una carta dirigida directamente al presidente Gustavo Petro, en la que expone que su permanencia en el cargo podría prestarse para interpretaciones indebidas o escenarios de instrumentalización. En el documento, enfatiza que su retiro no responde a intereses personales, sino a la necesidad de preservar la transparencia, su buen nombre y la rectitud del ejercicio de la función pública.

La funcionaria sostuvo que, ante la gravedad de los hechos conocidos, optó por dar un paso al costado como una señal de responsabilidad institucional. En su criterio, mantenerse en el cargo podría facilitar el uso indebido de su nombre o generar dudas sobre su actuación en un contexto especialmente sensible para el sistema de salud.

Denuncia ante la Fiscalía por presuntas coimas y estafa

En su comunicación, Angie Rodríguez confirmó que ya presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General de la Nación contra persona indeterminada, con el fin de que se investiguen los presuntos delitos de estafa y otros posibles ilícitos relacionados con el uso de su identidad. Según explicó, habría evidencia de que su nombre fue utilizado para cobrar coimas a EPS intervenidas por el Estado.

De acuerdo con la versión entregada por la funcionaria, estos hechos no solo afectan su reputación personal, sino que comprometen la confianza institucional en los procesos de intervención y vigilancia del sector salud. Por ello, insistió en que su renuncia busca despejar cualquier duda sobre su rol y evitar que se continúen presentando situaciones que puedan prestarse a favorecimientos indebidos.

Rodríguez dejó constancia de que la denuncia ya se encuentra en curso y que espera que las autoridades esclarezcan quiénes estarían detrás de estas prácticas. Reiteró que no ha autorizado, directa ni indirectamente, ningún tipo de gestión o intermediación en su nombre frente a las EPS intervenidas.

Señalamientos de persecución y tensiones dentro del Gobierno

Horas después de conocerse su renuncia, la directora del Dapre publicó un mensaje y un video en los que aseguró que lo ocurrido hace parte de una “conspiración” para desprestigiarla ante la opinión pública. Según su versión, este episodio se suma a una serie de hostigamientos, persecuciones y montajes que, afirma, se han venido presentando en su contra.

El anuncio se produce en medio de un contexto político complejo para el Gobierno de Gustavo Petro. Hace dos semanas, el propio mandatario había solicitado su renuncia al Dapre, aunque posteriormente decidió ratificarla en el cargo. El desencuentro se originó por una desautorización relacionada con un nombramiento, lo que evidenció tensiones internas en el Ejecutivo.

A esto se suma el enfrentamiento público que Rodríguez mantiene con Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). La directora del Dapre ha cuestionado la gestión de Carrillo durante su paso por el Fondo de Adaptación, incluso sugiriendo posibles irregularidades. En respuesta, el funcionario aseguró que existe un plan para sacarlo del Gobierno y usar su entidad como ficha de intercambio burocrático en plena antesala electoral.

Una renuncia para despejar dudas institucionales

Con su salida como superintendente ad hoc de la Nueva EPS, Angie Rodríguez busca, según explicó, separar su nombre de cualquier práctica irregular y permitir que las investigaciones avancen sin interferencias. La funcionaria insistió en que su decisión es irrevocable y que responde exclusivamente a criterios de transparencia y responsabilidad pública.

Mientras la Fiscalía avanza en la indagación por el presunto uso indebido de su identidad, Rodríguez continuará al frente del Dapre, cargo en el que ha sido ratificada. Su caso se suma a un momento de alta tensión política e institucional, en el que las denuncias cruzadas y los conflictos internos marcan el pulso del Gobierno.

La renuncia deja abierta una nueva discusión sobre los riesgos de instrumentalización de altos cargos públicos y la fragilidad de la confianza institucional en medio de un escenario político cada vez más polarizado.

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