El pasado 14 de junio, desde Suecia, el presidente Gustavo Petro anunció su intención de evaluar el desempeño y alineación de sus ministros con la agenda de cambio prometida. Este anuncio marcó el inicio de lo que parece ser una significativa reestructuración en el gobierno colombiano. Según fuentes cercanas al Palacio de Justicia, se tiene previsto cambiar al menos el 50% del gabinete, una medida que busca dinamizar y ajustar la gestión presidencial a los objetivos trazados.

Posibles nuevas incorporaciones

Una de las figuras más destacadas que se baraja para entrar al gabinete es Eduardo Noriega, actual presidente de Colombia Humana. Aunque su futuro rol no está completamente definido, las versiones preliminares sugieren que podría asumir el cargo de ministro del Interior. No obstante, otros nombres también están en consideración para esta cartera, incluyendo a Guillermo Jaramillo, actual ministro de Salud, y Roosvelt Rodríguez, superintendente de Notariado y Registro.

Si Noriega es finalmente designado, Catalina Velasco, actual ministra de Vivienda y esposa de Noriega, tendría que dejar su puesto. Esta decisión se fundamenta en evitar conflictos de interés dentro del gabinete.

Posibles salidas y nuevas designaciones

Andrés Camacho, ministro de Minas, podría ser reemplazado por William Mercado Redondo, directivo de Fendipetróleo. Este cambio responde a la necesidad de una mayor alineación con las políticas energéticas del gobierno.

El Ministerio de Salud también podría experimentar cambios significativos. Mauricio Alberto Bustamante, embajador ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) y exsecretario de Salud de Gustavo Petro, es el principal candidato para reemplazar a Guillermo Jaramillo. Sin embargo, Jaramillo no sería removido completamente del gabinete, ya que podría ser reubicado en otra cartera.

Otra salida prevista es la de Jorge Londoño, actual director del Sena. Además, se espera el nombramiento de un nuevo director en propiedad del Icetex, una entidad clave en la gestión educativa y de crédito para estudiantes.

Por otro lado, se ha producido una polémica en torno a René Guarín, director de Tecnología de la presidencia. El magistrado Jorge Enrique Ibáñez, quien en el pasado había expresado admiración por Guarín, recientemente denunció presuntas chuzadas (intercepciones ilegales) llevadas a cabo por el Estado. Guarín ha sido uno de los principales señalados en estas denuncias, lo que añade una capa de complejidad y controversia al proceso de reestructuración del gabinete.

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