El Gobierno de Gustavo Petro radicó en el Congreso la nueva reforma tributaria, una propuesta que busca aumentar el recaudo estatal y redistribuir los recursos con mayor equidad. Según el Ministerio de Hacienda, el proyecto pretende obtener 25 billones de pesos adicionales al año, principalmente a través de ajustes en los tributos para sectores de mayores ingresos y actividades con alta rentabilidad.

El anuncio generó debate inmediato en la opinión pública, pues la iniciativa plantea transformaciones en el sistema de impuestos en Colombia, lo que impactará tanto a personas naturales como a empresas. La propuesta se perfila como uno de los pilares de la agenda económica del Gobierno Petro y podría marcar el rumbo de la política fiscal en los próximos años.

¿Cómo se estructura la nueva reforma tributaria?

La reforma tributaria del Gobierno Petro establece medidas diferenciadas para personas y empresas. En el caso de los contribuyentes individuales, se contemplan cambios en el impuesto de renta, especialmente para quienes tengan ingresos mensuales superiores a los 10 millones de pesos. También se busca eliminar beneficios y deducciones que han favorecido históricamente a los sectores de mayores ingresos.

En cuanto a las empresas, el proyecto fija un aumento en la tributación de sectores como el minero-energético, con el argumento de que deben aportar más al país por la explotación de recursos no renovables. La reforma también incluye impuestos a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados, con un doble propósito: generar ingresos y desincentivar el consumo de productos dañinos para la salud.

Además, se proponen medidas para mejorar la lucha contra la evasión y la elusión fiscal, fortaleciendo los mecanismos de control y aumentando las sanciones para quienes incumplan con sus obligaciones tributarias.

Impactos económicos y sociales de la reforma

De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, el objetivo central es garantizar una mayor progresividad en el sistema tributario, es decir, que quienes tienen más capacidad económica contribuyan en mayor medida al recaudo fiscal. Con ello, el Gobierno busca financiar programas sociales, impulsar la educación pública, reforzar la salud y avanzar en la transición energética.

Sin embargo, distintos gremios empresariales han manifestado preocupaciones por los efectos que los nuevos impuestos podrían tener en la inversión y el crecimiento económico. La Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) advirtió que un aumento excesivo en la carga tributaria podría reducir la competitividad de Colombia frente a otros países de la región.

En contraste, organizaciones sociales han respaldado la iniciativa, argumentando que se trata de un paso necesario para enfrentar la desigualdad y garantizar una redistribución más justa de los recursos públicos. Para estos sectores, la reforma tributaria representa una oportunidad para que el Estado cuente con mayores herramientas en la lucha contra la pobreza.

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