La reforma laboral Colombia impulsada por el gobierno de Gustavo Petro superó su tercer debate tras ser aprobada por la Comisión Cuarta del Senado, en una extensa jornada de más de diez horas. Este avance legislativo marca un nuevo capítulo en la agenda social del Ejecutivo, con un respaldo multipartidista inusual que involucró sectores tradicionalmente opuestos.

La aprobación de los 75 artículos que componen el proyecto se dio gracias a un acuerdo político entre bancadas como la Alianza Verde, Cambio Radical, el Centro Democrático, el Partido Conservador, el Liberal y el Partido de la U. A esta coalición también se sumaron los senadores de los partidos AICO y ADA, quienes han mostrado afinidad con el gobierno. Este respaldo colectivo le otorga mayor legitimidad a una reforma que busca modificar las reglas del juego laboral en Colombia.

Aunque el debate fue ágil en algunos puntos, temas sensibles como los contratos de aprendices del SENA y el pago de horas extras fueron evaluados artículo por artículo, mostrando que aún existen fisuras dentro del consenso político logrado.


Cambios clave y controversias en la ponencia aprobada

Durante la sesión, los artículos fueron agrupados en bloques, permitiendo un avance más rápido en la votación general. Sin embargo, algunos puntos fueron motivo de controversia, como las proposiciones de la senadora Angélica Lozano que introdujeron modificaciones relevantes en la jornada nocturna y el pago de dominicales y festivos.

Una de las adiciones más notorias establece el recargo nocturno desde las 7:00 p.m. hasta las 6:00 a.m., así como el pago completo de domingos y festivos. Estas propuestas, incorporadas al final del debate, generaron molestia en senadores del Centro Democrático, quienes acusaron a Lozano de alterar consensos previamente establecidos.

En medio de estas tensiones, el senador Carlos Abraham Jiménez, de Cambio Radical, destacó el carácter incluyente del proyecto: “Esto no es una reforma laboral peluqueada. La democracia es buscar consensos, especialmente en un Estado en el que no hay plata”.


¿Qué sigue para la reforma laboral? ¿Puede detenerla una consulta popular?

Con la aprobación en Comisión, la discusión pasa ahora al cuarto debate Senado, donde la plenaria tendrá la palabra final antes del cierre de la legislatura el 20 de junio. Allí se analizarán también las proposiciones pendientes presentadas por la senadora Aída Avella del Pacto Histórico, entre ellas una propuesta que plantea implementar el esquema de jornada 4×3 —cuatro días de trabajo por tres de descanso— si se da un acuerdo entre empresa y trabajador.

Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro insiste en la consulta popular como mecanismo para legitimar sus reformas sociales, generando fricciones incluso entre los partidos que respaldan algunos de sus proyectos. La senadora Lozano fue tajante: “El presidente tiene que dejar su embeleco político de la consulta. Ahora el balón lo tiene él: gobernar o hacer campaña”.

Este cruce evidencia una división dentro del espectro progresista, en la que algunos prefieren agotar el trámite legislativo, mientras que otros apuestan por mecanismos de participación directa como vía para validar las reformas.


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