El cantante español Pablo Alborán vive una de las etapas más plenas de su carrera. A los 36 años, el malagueño acaba de lanzar su séptimo álbum de estudio, titulado KMO, un proyecto que combina introspección, romanticismo y experimentación sonora. Este nuevo trabajo marca un punto de inflexión en su trayectoria, pues, según el propio artista, ha sido el resultado de un proceso de autoconocimiento y crecimiento personal.
“Cuando pasas por situaciones extremas, es cuando realmente empiezas a entender quién eres y hasta dónde puedes llegar”, expresó el intérprete de Solamente tú durante una charla con la agencia EFE. Esa mirada más honesta y madura se plasma con especial fuerza en el tema Mis 36, una canción donde Alborán se desnuda emocionalmente para hablar del final de una relación y la necesidad de quererse con la misma intensidad con la que se ama a los demás.
Con KMO, Pablo Alborán también busca reconectarse con su público a nivel internacional. El artista anunció una gira que comenzará el 28 de febrero de 2026 en Monticello (Chile) y recorrerá varios países de América Latina antes de cerrar en Lisboa, Portugal, el 25 de abril. En esta nueva etapa, promete ofrecer una experiencia más íntima y emocional, donde cada canción será una historia contada desde la verdad.
Durante la promoción de su disco, el músico protagonizó un divertido momento que rápidamente se hizo viral. En una entrevista con Mezcal TV, Alborán recordó un episodio ocurrido en la alfombra roja de los Latin Grammy: “Estaba dando una entrevista muy tranquilo, y de repente Karol G pasó detrás de mí y me guiñó un ojo. Me quedé paralizado, le falté al respeto a la periodista sin querer, porque dejé de escucharla por completo”, contó entre risas.
El cantante reconoció que siempre ha admirado a la artista colombiana y no ocultó su entusiasmo por la posibilidad de colaborar con ella: “Me encanta su energía, su naturalidad. Ojalá algún día podamos hacer una canción juntos”, expresó sonriente.
Así, entre anécdotas y nuevos sonidos, Pablo Alborán reafirma su lugar como una de las voces más queridas del pop en español, demostrando que la madurez también puede ser sinónimo de libertad creativa y sentido del humor.

