Donald Trump vuelve a estar en el centro de una trama de peligro tras un segundo intento de asesinato, esta vez en un campo de golf de Palm Beach. Ryan Wesley Routh, un ex contratista con antecedentes penales y sin entrenamiento militar, es el principal sospechoso del ataque frustrado. Este incidente ha encendido nuevamente las alarmas sobre las fallas de seguridad del Servicio Secreto, responsable de la protección del expresidente.

El ataque ocurrió mientras Trump jugaba al golf en compañía de Steve Witkoff, un inversor inmobiliario de Nueva York, cuando agentes del Servicio Secreto detectaron un rifle semiautomático que sobresalía de una valla cercana al campo. Sin dudarlo, los agentes dispararon contra el presunto tirador, evitando lo que pudo haber sido una tragedia mayor.

Un atacante con motivaciones inciertas

Ryan Wesley Routh, de quien se sabe que intentó reclutar voluntarios para luchar en Ucrania en contra de las fuerzas rusas, no tiene vínculos militares formales. En redes sociales, específicamente en X (antes Twitter), publicó en 2022 su disposición de ir a Ucrania para «luchar y morir». Este tipo de comportamiento y publicaciones ya mostraban un patrón de acciones impulsivas y posiblemente violentas.

Aunque no se ha confirmado ninguna conexión directa entre Routh y organizaciones políticas o conspirativas, el caso guarda similitudes con el intento de asesinato ocurrido en Butler, Pensilvania, en julio. En ese incidente, Thomas Crooks actuó en solitario, usando un rifle semiautomático AR-15, un arma similar a la utilizada por Routh.

Tras el ataque en Palm Beach, las autoridades encontraron un rifle con mira telescópica, dos mochilas y una cámara GoPro que Routh dejó abandonados antes de huir en una camioneta Nissan negra. Sin embargo, gracias a la rápida reacción de un vecino, quien fotografió al sospechoso, Routh fue detenido a unos 60 kilómetros del lugar del ataque, en la autopista I-95.

El rol del Servicio Secreto: ¿Fallas en la seguridad de Trump?

El Servicio Secreto, que ha tenido dificultades previas para garantizar la seguridad del expresidente, enfrenta nuevamente fuertes críticas tras este segundo intento de asesinato en tan poco tiempo. A pesar de haber reforzado la protección de Trump después del incidente en Butler, persisten serios problemas en los perímetros de seguridad.

El sheriff del Condado de Palm Beach, Ric Bradshaw, mencionó que la distancia entre el francotirador y el hoyo seis del campo de golf, donde estaba Trump, era de 365 metros. “Con un rifle y una mira como la que tiene, esa no es una distancia muy grande”, declaró Bradshaw, subrayando que el francotirador tuvo una clara oportunidad para disparar.

El Servicio Secreto, a pesar de las recientes mejoras en la seguridad de Trump, parece haber fallado en anticipar y proteger adecuadamente los alrededores del club de golf. Este tipo de incidentes muestra que incluso cuando un sitio es de propiedad del expresidente, las brechas en la seguridad continúan siendo preocupantes.

¿Qué sigue para la seguridad de Donald Trump?

Con las elecciones presidenciales a tan solo siete semanas, la seguridad de Trump se ha convertido en un tema crucial para su campaña y para el gobierno estadounidense. Un vocero de la administración Biden aseguró que, hasta el momento, no se han encontrado pruebas de que Routh esté vinculado a alguna conspiración política o extranjera. Sin embargo, las investigaciones continúan, y Routh está bajo la custodia del FBI, donde ha comenzado a ser interrogado.

En este punto, surge la pregunta de si las autoridades podrán garantizar la seguridad del expresidente y candidato republicano en el futuro. Con dos intentos de asesinato en menos de tres meses, y las visibles fallas en la protección, ¿cómo planea el Servicio Secreto mejorar su respuesta en situaciones de alto riesgo? Este incidente podría cambiar la forma en que se maneja la seguridad de figuras públicas en Estados Unidos, especialmente en contextos más abiertos como los campos de golf, que a pesar de su aparente tranquilidad, pueden ser escenarios vulnerables para este tipo de ataques.

Por su parte, el sheriff Bradshaw también sugirió que en próximas ocasiones habría más personal alrededor del perímetro para prevenir este tipo de situaciones. No obstante, queda por ver si esto será suficiente para frenar futuros intentos y proteger a una de las figuras políticas más controvertidas y polarizantes de la historia reciente de Estados Unidos.

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