Nueva Orleans vivió una de sus noches más trágicas cuando un ataque perpetrado durante las celebraciones de Año Nuevo en la icónica calle Bourbon Street dejó 15 muertos y más de 35 heridos. El suceso, que ha conmocionado tanto a la ciudad como al país, ocurrió en el famoso Barrio Francés, un área conocida por su vibrante vida nocturna y constante flujo de turistas.

El ataque tuvo lugar alrededor de las 3:15 a.m. del miércoles 1 de enero de 2025, cuando un hombre al volante de una camioneta embistió a una multitud que celebraba la llegada del año nuevo. De acuerdo con NBC News, el agresor, identificado como Shamsud Din Jabbar, continuó su arremetida a pie, disparando contra los presentes y enfrentándose a las fuerzas de seguridad antes de ser abatido por la policía.


Lo que sabemos del ataque y del perpetrador

Shamsud Din Jabbar, de 42 años, era un exmilitar y agente inmobiliario en Texas. Según la policía, su intención era clara: causar la mayor cantidad de daño posible. Jabbar condujo a toda velocidad atravesando las barricadas de seguridad, recorriendo varias cuadras y atropellando a decenas de personas antes de abrir fuego.

La superintendente del Departamento de Policía de Nueva Orleans, Anne Kirkpatrick, describió las acciones de Jabbar como «deliberadas y crueles». El vehículo utilizado en el ataque llevaba una bandera negra asociada al Estado Islámico, lo que refuerza la hipótesis de que se trató de un atentado terrorista.

Durante el incidente, dos oficiales resultaron heridos por disparos, aunque ambos se encuentran en condición estable. Además, fuentes del New York Post informaron que se hallaron explosivos improvisados cerca de la escena, aunque aún no está claro si estaban relacionados con el atacante o si formaban parte de un plan mayor.

Por su parte, el FBI continúa investigando los motivos del ataque. Según registros oficiales, Jabbar sirvió en el Ejército de los Estados Unidos entre 2007 y 2015, alcanzando el rango de sargento primero y siendo reservista hasta 2020. Durante su carrera militar, fue desplegado en Afganistán entre 2009 y 2010, recibiendo una licencia con honores. Sin embargo, en años recientes enfrentó problemas financieros y personales, incluyendo un divorcio en 2022 que lo dejó con deudas superiores a 28,000 dólares.


Reacciones de las autoridades y medidas de emergencia

El ataque fue rápidamente calificado como un «acto de terrorismo» por la alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, quien condenó la violencia y expresó su solidaridad con las víctimas. Sin embargo, el FBI ha preferido ser cauteloso en su terminología y señaló que el incidente está siendo tratado como un posible acto de terrorismo mientras avanzan las investigaciones.

El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, describió el ataque como un «acto de violencia horrible» y extendió sus condolencias a las familias de las víctimas, además de reconocer la labor de los primeros respondedores que enfrentaron la tragedia.

Desde Washington, el presidente Joe Biden ofreció el apoyo del gobierno federal para asistir en las investigaciones y las labores de recuperación. Biden también mantuvo contacto con la alcaldesa Cantrell, comprometiéndose a garantizar que los recursos necesarios estén disponibles para las víctimas y sus familias.


Testimonios desgarradores de los testigos

El caos y el horror de esa madrugada quedaron grabados en la memoria de quienes estaban en Bourbon Street. Jim y Nicole Mowrer, turistas de Iowa, relataron que vieron cómo la camioneta atravesó las barricadas a gran velocidad.

«Primero escuchamos el estruendo del vehículo y después los gritos de la gente. Estábamos a solo una cuadra de distancia» comentó Nicole a CNN. Los Mowrer intentaron ayudar a las víctimas, pero muchas ya no respondían. «Fue una escena desgarradora. Había personas tiradas por todas partes y nadie sabía qué hacer».

Otros testigos hablaron de momentos de desesperación, con personas corriendo en todas direcciones y buscando refugio en los locales cercanos. Algunos describieron escenas de pánico y confusión, mientras la policía y los servicios de emergencia trataban de controlar la situación.


Estado de las víctimas y atención médica

El saldo oficial del ataque es de 15 personas fallecidas y más de 35 heridas, muchas de las cuales permanecen hospitalizadas. Las víctimas fueron trasladadas a diferentes hospitales de la ciudad, como University Medical Center y Touro Hospital, donde equipos médicos trabajan sin descanso para atenderlas.

Las autoridades han habilitado líneas de ayuda para los familiares de las víctimas y han desplegado servicios de apoyo psicológico para los sobrevivientes. Asimismo, han pedido a la comunidad que colabore con cualquier información que pueda ayudar en la investigación.


Nueva Orleans: resiliencia ante la tragedia

El ataque ocurrió en medio de una de las temporadas más activas para Nueva Orleans, con las festividades de Año Nuevo y la inminente celebración del Sugar Bowl, un importante evento de fútbol americano universitario. Pese a la tragedia, el evento deportivo se llevó a cabo como estaba previsto, aunque bajo estrictas medidas de seguridad reforzadas.

Esta tragedia ha vuelto a poner en el centro del debate la necesidad de mejorar la seguridad en eventos masivos y ha recordado las advertencias previas de agencias federales sobre el uso de vehículos en atentados.

La ciudad, conocida por su espíritu resiliente, ahora enfrenta el desafío de sanar las heridas y recuperar la confianza tras este ataque.


Una comunidad unida ante la adversidad

Mientras continúan las investigaciones, Nueva Orleans se encuentra en duelo, pero también se ha mostrado unida. En medio de la tragedia, la comunidad ha demostrado su fortaleza, organizando vigilias y mostrando solidaridad hacia las familias de las víctimas.

¿Cómo garantizar la seguridad en el futuro sin perder la esencia vibrante que caracteriza a esta ciudad? Nueva Orleans enfrenta el desafío de reforzar su seguridad mientras mantiene su carácter como uno de los destinos turísticos más icónicos del mundo.


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