El primer caso de fiebre amarilla en Cundinamarca se confirmó esta semana en el municipio de Girardot. La persona contagiada habría llegado desde Purificación, Tolima, según confirmó el alcalde Salomón Said a través de sus redes sociales. Esta noticia, que coincide con la llegada masiva de turistas por la Semana Santa, ha encendido las alarmas en la región.
Desde hace varios días veníamos observando el aumento de medidas de prevención en zonas de alto riesgo del país, pero esta alerta en Girardot representa un punto de inflexión para la salud pública en el departamento. Las autoridades han activado todos los protocolos para contener la enfermedad y proteger a la población.
Vacunación masiva y gratuita como principal escudo
De inmediato, la Alcaldía de Girardot y la Gobernación de Cundinamarca intensificaron las jornadas de vacunación tanto para residentes como para visitantes. “Estamos vacunando casa por casa y en puntos clave de la ciudad. Ya llegamos a más de 820 personas y tenemos suficientes dosis para todos”, aseguró el alcalde Said, quien recalcó que la vacuna es segura, eficaz y gratuita.
Para este fin de semana, se instalaron puntos de inmunización en el Coliseo Municipal y en la Terminal de Transporte, con una meta clara: aplicar más de 1.500 dosis. La estrategia busca frenar una posible propagación justo en una de las temporadas más concurridas del año para el municipio, por la llegada de viajeros desde Bogotá y otras regiones.
Además, se están entregando toldillos en barrios priorizados. Hasta el momento se han distribuido más de 1.200 y se prevé continuar la entrega durante todo el fin de semana.
Cancelan el Viacrucis del Viernes Santo por razones sanitarias
Como parte de las medidas de contención, el tradicional Viacrucis de Viernes Santo fue cancelado. Esta procesión religiosa se iba a realizar en la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, pero la administración local prefirió evitar aglomeraciones ante la alerta sanitaria.
“Esperamos que los ciudadanos comprendan esta decisión, que se toma por la salud de todos, tanto habitantes como visitantes”, explicó el alcalde Said.
Esta determinación, aunque difícil para una comunidad profundamente religiosa, ha sido respaldada por los líderes comunitarios y los cuerpos de salud que priorizan la prevención.
Intervención prioritaria en zona del caso confirmado
El caso de fiebre amarilla se detectó en el barrio Alto de la Cruz, donde ya se iniciaron operativos especiales. Desde el mediodía del viernes 18 de abril se lleva a cabo una campaña de fumigación intensiva para eliminar criaderos del mosquito transmisor.
Simultáneamente, se desplegaron brigadas que recorrerán hospitales, instituciones educativas, plazas de mercado y terminales de transporte. Así lo confirmó el gobernador Jorge Emilio Rey, quien recalcó que “estas visitas buscan detectar la presencia de vectores y educar a la ciudadanía sobre cómo prevenir nuevos casos”.
El mensaje de las autoridades es claro: esta es una emergencia que requiere la participación activa de todos. “Eviten tener agua emposada, limpien estanques y albercas. La salud pública también depende del compromiso ciudadano”, reiteró Said.
¿Podrá Girardot contener el brote con la ayuda de su comunidad?
Este primer caso de fiebre amarilla en Cundinamarca ha movilizado al aparato institucional con rapidez y contundencia. Las campañas de vacunación, fumigación y educación están en marcha, pero el éxito dependerá de la colaboración de cada ciudadano.
La gran pregunta que queda es: ¿logrará Girardot frenar la expansión de esta enfermedad tropical con estas medidas? ¿O estamos frente al inicio de un reto mayor para la salud pública del centro del país?