Durante un acto político encabezado por el presidente Gustavo Petro en La Alpujarra (Medellín), nueve jefes de bandas criminales del Valle de Aburrá sorprendieron al país con su participación activa. Provenientes de la cárcel La Paz de Itagüí, los voceros asistieron con autorización y bajo fuerte esquema de seguridad, interviniendo públicamente en lo que fue calificado como una señal de compromiso con la estrategia de Paz Total.

Vestidos con camisetas blancas y gorras negras con el lema “paz urbana”, los líderes criminales compartieron tarima con el jefe de Estado y leyeron un comunicado en el que expresaron su disposición para seguir dialogando, aunque advirtieron que el proceso está actualmente “estancado” por falta de avances concretos.

Entre los presentes estuvieron reconocidos nombres como José Leonardo Muñoz (‘Douglas’), Juan Carlos Mesa (‘Tom’), Freyner Ramírez (‘Carlos Pesebre’) y otros líderes de estructuras como La Oficina y Los Pachelly, quienes se refirieron directamente a la urgencia de un marco jurídico claro que respalde su eventual sometimiento.

Críticas al Gobierno y advertencias sobre el deterioro del proceso

En el documento leído por el vocero Jorge de Jesús Vallejo (‘Vallejo’), los líderes criminales señalaron que el diálogo atraviesa un momento difícil. Acusaron al Estado de carecer de la capacidad necesaria para acompañar las transformaciones prometidas y lamentaron la falta de reciprocidad.

“El proceso está estancado, señor presidente. Ha faltado capacidad estatal y voluntad política”, afirmó Vallejo, haciendo un llamado urgente a que se establezca un marco jurídico restaurativo y reintegrador, que permita avanzar hacia una salida negociada al conflicto urbano.

También lanzaron duras críticas al alcalde de Medellín, a quien acusaron de sabotear el proceso y promover la “política del caos”. Según los voceros, algunos sectores del poder local estarían interesados en impedir una solución dialogada y civilizada.

Propuestas sociales y pilotos de paz para niños y jóvenes

Además del llamado a regularizar jurídicamente el proceso, los líderes criminales propusieron alternativas para los jóvenes de los barrios, quienes según ellos son los más afectados por la falta de oportunidades. “No se trata solo de sometimiento, sino de construir opciones reales para miles de jóvenes involucrados en las estructuras armadas”, puntualizó Vallejo.

En el mismo evento, la senadora Isabel Zuleta, delegada del Gobierno para el diálogo urbano en Medellín, anunció dos proyectos clave. Primero, un piloto de paz para la niñez, que beneficiará a 2.000 niños entre 6 y 17 años con apoyo del ICBF para romper ciclos de violencia. Segundo, un programa de desintoxicación para jóvenes consumidores de drogas, con el objetivo de ofrecer alternativas de vida en contextos vulnerables.

Aunque Zuleta evitó referirse públicamente al piloto de no extorsión que se implementa en 45 barrios de Medellín, Itagüí y Bello, admitió en entrevista posterior que existen obstáculos logísticos para su ampliación.

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