Luego de la aprobación definitiva de la reforma laboral Colombia 2025 en el Congreso, el presidente Gustavo Petro confirmó que ya no convocará la consulta popular derogada que su Gobierno había anunciado como alternativa en caso de que el legislativo no aprobara su agenda social. A través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), el mandatario manifestó que “el poder constituido que hace las leyes le obedeció al poder soberano, que es el pueblo”.
Petro aseguró que, aunque aún queda camino por recorrer, su compromiso con los trabajadores ha sido honrado: “Le he cumplido a la clase trabajadora, en la que me crié como hombre libre y dirigente”, afirmó. Esta declaración se dio pocas horas después de que la Cámara de Representantes y el Senado votaran afirmativamente el informe de conciliación de la reforma laboral, que ahora queda lista para la sanción presidencial.
Con esta victoria legislativa, el Ejecutivo considera innecesaria la consulta popular que se tenía prevista. El presidente confirmó que firmará la derogatoria del decreto que convocaba la medida, argumentando que el objetivo ha sido alcanzado por la vía institucional.
Asamblea Constituyente: la nueva apuesta de Petro
Aunque la consulta popular derogada ya no se llevará a cabo, el jefe de Estado no ha renunciado a su intención de promover un cambio estructural del sistema político y social colombiano. Petro anunció que en las próximas elecciones de 2025 se entregará una papeleta elecciones 2025 para que los ciudadanos se pronuncien sobre la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente.
“La participación del pueblo para cambiar a Colombia es necesaria”, declaró Petro, insistiendo en que el “constituyente ha sido ya convocado desde la Presidencia”. Según sus palabras, el pueblo “ha despertado” y ha sido testigo directo de quiénes respaldan sus intereses y quiénes se oponen a ellos.
El anuncio de una papeleta constituye una nueva fase en la estrategia política del Gobierno, que ahora busca mandato popular directo para impulsar una transformación profunda del estado social de derecho Colombia. Esta propuesta, aunque controversial, pone de nuevo sobre la mesa el debate sobre la legitimidad del poder y el rol de la ciudadanía en la toma de decisiones trascendentales.
Una Constituyente con visión de justicia y democracia profunda
La Asamblea Nacional Constituyente que propone el presidente tiene como fin redefinir las bases del sistema político colombiano, bajo el marco de una “democracia profunda con las gentes”, según expresó en su mensaje. La intención, indicó, es que el siguiente gobierno y Congreso cuenten con un mandato imperativo del pueblo para construir “justicia social” y consolidar un modelo verdaderamente incluyente.
El mandatario enfatizó que la papeleta entregada en 2025 buscará “el mandato de millones” para esta transformación. Con ello, Petro refuerza su narrativa de legitimidad popular y alienta a sus simpatizantes a mantener la movilización, pero ahora con la vista puesta en las urnas.
“No llenamos una plaza de odio, llenamos todas las plazas del país de esperanza”, escribió, refiriéndose a las movilizaciones ciudadanas que han acompañado su mandato. Este enfoque de empoderamiento popular se inscribe en la línea del progresismo regional, donde la participación directa del pueblo es vista como motor del cambio institucional.