La senadora Paloma Valencia, del partido Centro Democrático, hizo públicas este martes denuncias sobre una supuesta crisis financiera de la Nueva EPS bajo la administración del presidente Gustavo Petro. Según Valencia, los problemas financieros de la entidad de salud han alcanzado niveles preocupantes, con pasivos que sobrepasarían los 12,6 billones de pesos en 2024 y pérdidas que habrían sido notablemente subestimadas en los reportes oficiales.
El análisis detallado que compartió Valencia, basado en documentos financieros internos y en cifras comparativas de años anteriores, ha generado un intenso debate sobre la situación de la EPS, la cual presta servicios a millones de usuarios en Colombia. Según la senadora, la crisis actual pone en peligro la estabilidad del sistema de salud y refleja un desajuste grave en la administración de los recursos.
Incremento de pasivos y pérdidas: una discrepancia millonaria
Valencia hizo referencia directa a las cifras reportadas por Aldo Cadena, funcionario de Nueva EPS, quien declaró que las pérdidas de la entidad en 2023 fueron de 411 mil millones de pesos. No obstante, la senadora asegura que, según el estado de resultados de la EPS, las pérdidas reales alcanzaron los 4,4 billones de pesos, lo cual supone una diferencia de 4 billones respecto a lo informado oficialmente. Esto representa un incremento del 350% en comparación con las pérdidas de 2022, lo que significa un deterioro financiero considerable en apenas un año.
Además, el balance general de la Nueva EPS a cierre de 2023 muestra pasivos totales de 11,7 billones de pesos, casi el doble de los 6,6 billones que habían sido reportados a la Superintendencia de Salud. Este aumento drástico, según Valencia, se dio en tan solo un año bajo la administración del gobierno actual, lo que plantea serias dudas sobre la transparencia y la gestión de la entidad.
El contraste entre las cifras internas y las reportadas oficialmente ha llevado a la senadora a solicitar una revisión exhaustiva de la situación financiera de la Nueva EPS, cuestionando si se han implementado políticas efectivas para contener la crisis o si, por el contrario, las decisiones recientes han precipitado la debacle financiera.
Problemas de siniestralidad y crisis de liquidez
Otro de los puntos críticos señalados por Paloma Valencia es la siniestralidad de la Nueva EPS, un indicador clave de la sostenibilidad financiera de las entidades de salud. Según Valencia, para el primer semestre de 2024, la EPS gastaba 126 pesos por cada 100 pesos que ingresaba, lo cual refleja una falta de liquidez alarmante. Esta situación contrasta fuertemente con los años anteriores a la administración de Petro, cuando la entidad gastaba 95 pesos por cada 100 recibidos, un margen que, si bien ajustado, era aún manejable.
La senadora advirtió que este incremento en la siniestralidad apunta a un desbalance financiero que, de no ser corregido, podría tener consecuencias graves para el sistema de salud colombiano, afectando especialmente a los usuarios de la Nueva EPS. Valencia subrayó que los problemas de siniestralidad son reflejo de una gestión ineficiente de los recursos y de una política de salud que, en lugar de mejorar el acceso y la calidad de los servicios, estaría agravando la situación de una EPS clave para millones de colombianos.
La situación, de acuerdo con la senadora, demanda una revisión integral de las decisiones administrativas de la Nueva EPS y del enfoque actual de la política de salud del gobierno, al cual acusa de no responder adecuadamente a las necesidades urgentes del sistema.