En medio de nuevas acusaciones y tensiones en la región, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha lanzado fuertes declaraciones contra el exmandatario colombiano Iván Duque. Según Maduro, el gobierno de Duque estaría involucrado en el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, ocurrido en 2021. Estas acusaciones se suman a la controversia por la supuesta compra y uso del software de espionaje Pegasus en Colombia, un tema que ha sacudido al país y que ahora conecta directamente con la política venezolana.

Las declaraciones de Maduro

Maduro ha sostenido en varias ocasiones que la administración de Duque no solo adquirió el software Pegasus, sino que lo utilizó con fines políticos, incluso afectando la estabilidad de la región. Durante su alocución, el presidente venezolano aseguró que tiene información que vincula directamente a Duque y a su equipo en el magnicidio de Moïse. En sus palabras, afirmó:

«Si se hiciera una investigación seria, se encontrarían los lazos del Palacio de Nariño e Iván Duque con el asesinato del presidente de Haití, quien había tenido conflictos de intereses por el narcotráfico, lo mandaron a matar”.

Esta afirmación ha generado una tormenta política tanto en Colombia como en Venezuela, avivando viejas rivalidades entre los gobiernos de ambos países.

El papel del software de espionaje Pegasus

El software Pegasus ha sido una fuente constante de controversia a nivel global, y en Colombia, su compra por parte del gobierno de Iván Duque ha desatado una serie de investigaciones. Este software, desarrollado por la empresa israelí NSO Group, tiene la capacidad de infiltrarse en dispositivos móviles sin el conocimiento de los usuarios, permitiendo el acceso a conversaciones, correos y datos privados. En varios países, su uso ha sido vinculado a espionaje político y violaciones de derechos humanos.

Maduro no dudó en señalar que Pegasus ha sido utilizado en Colombia no solo para espiar a sus adversarios políticos, sino también para afectar a su propio gobierno. Según el mandatario venezolano, existe un plan en marcha para desestabilizar tanto a Venezuela como al gobierno de Gustavo Petro en Colombia. “Colombia y Venezuela nos preguntamos en manos de quién está ese sistema de espionaje Pegasus, para qué está siendo utilizado ahora”, expresó. Agregó que, según su información, el software está siendo utilizado actualmente para “tratar de derrocar al presidente Petro”.

Estas declaraciones han encendido las alarmas en ambos países, generando cuestionamientos sobre el control y uso de estas tecnologías por parte de los gobiernos y los posibles intereses detrás de ellas.

La implicación de medios colombianos

Maduro también ha señalado que algunos medios de comunicación colombianos han sido parte de esta guerra psicológica y de espionaje, mencionando específicamente a la revista Semana, un medio conocido por su línea editorial crítica hacia el gobierno de izquierda de Petro. Según el presidente venezolano, «la revista Semana tiene acceso al software de espionaje ilegal para hacer sus publicaciones», acusándolos de ser parte de un complot para manipular la opinión pública en Colombia y Venezuela.

Estas acusaciones no han sido respondidas directamente por Semana, pero es innegable que la situación en la región se encuentra en un momento particularmente delicado, con tensiones que se agravan con este tipo de señalamientos.

¿Qué sigue para las relaciones entre Colombia y Venezuela?

Las declaraciones de Maduro colocan una nueva carga sobre la relación entre Colombia y Venezuela, una relación que ya ha sido históricamente complicada. Aunque el gobierno de Gustavo Petro ha trabajado para restablecer las relaciones bilaterales que se vieron afectadas durante el mandato de Duque, las acusaciones sobre espionaje y un supuesto plan para derrocar al actual presidente colombiano añaden un nivel de incertidumbre.

Por su parte, la administración de Petro no ha respondido oficialmente a estas acusaciones de Maduro. Sin embargo, este tipo de declaraciones inevitablemente aumentan las presiones internas y externas sobre el gobierno colombiano, especialmente en un momento en que las reformas políticas y sociales de Petro enfrentan oposición tanto dentro como fuera del país.

La pregunta que muchos se hacen ahora es: ¿hasta dónde escalará este conflicto y qué repercusiones tendrá en la estabilidad política de ambos países? Mientras tanto, la sombra del espionaje y las acusaciones de magnicidio continúan agitando el escenario político regional.


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