Pese a las crecientes tensiones internas, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu sigue decidido a avanzar con la ocupación militar de la Franja de Gaza, una medida que genera inquietud incluso dentro de su propio gabinete y entre altos mandos del Ejército israelí. La reunión del gabinete de seguridad, que debía celebrarse este martes para debatir la siguiente fase de la ofensiva, fue suspendida sin explicaciones oficiales.

En lugar de ello, Netanyahu optó por sostener encuentros privados con el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Eyal Zamir, y con el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer. Según declaraciones recogidas por el diario Yedioth Ahronoth, un alto funcionario del gobierno reafirmó la intención: «La suerte está echada: vamos a ocupar por completo la Franja de Gaza». Esta declaración ha encendido las alarmas, especialmente considerando la compleja situación humanitaria y la presencia de rehenes en la zona.


División en el alto mando: resistencia dentro del Ejército

El plan de Netanyahu Franja de Gaza se enfrenta a una oposición cada vez más visible por parte del Ejército israelí. El propio Zamir canceló una visita programada a Estados Unidos, un gesto que fue interpretado como muestra del malestar que reina en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). El Ejército emitió un comunicado anunciando el fin anticipado de la extensión del servicio de las tropas terrestres regulares, una medida que busca dar un “respiro” a los soldados tras dos años de intensos combates.

Fuentes castrenses advierten que una incursión total en Gaza podría aumentar el riesgo para los rehenes aún en manos de Hamas. De hecho, seis cautivos fueron ejecutados a finales de agosto de 2024, lo que pone de relieve los peligros de una ofensiva sin coordinación ni estrategia clara.

Mientras tanto, el ministro de Defensa, Israel Katz, se pronunció a favor de ejecutar las políticas decididas por los líderes políticos, pero evitó respaldar explícitamente la iniciativa de ocupación total. “Como ministro responsable del ejército, es mi deber velar porque eso suceda”, afirmó, sin entrar en detalles sobre los riesgos asociados.


Crisis humanitaria y presión internacional: Gaza al límite

El endurecimiento del cerco israelí ya tiene consecuencias devastadoras. En las últimas 24 horas, cinco personas murieron de hambre en la Franja de Gaza, elevando el total a 180 víctimas por inanición, de las cuales 93 eran niños, según el Ministerio de Sanidad palestino. La situación se agrava ante la escasez de suministros y la dificultad de las organizaciones humanitarias para ingresar al territorio.

En respuesta parcial a esta crisis, el organismo militar israelí COGAT, encargado de los asuntos civiles en los territorios ocupados, anunció que permitirá que algunos comerciantes locales introduzcan mercancías a Gaza. La medida busca reducir la dependencia de la ayuda internacional, especialmente de la ONU, a la que se acusa de no recoger ni distribuir la ayuda debido a los riesgos que enfrentan sus equipos en las zonas de combate.

No obstante, el número de comerciantes autorizados sigue siendo limitado y la distribución está sujeta a estrictos controles de seguridad. Aunque es la primera vez desde marzo que se permite este tipo de ingreso de bienes, el impacto inmediato parece ser simbólico más que efectivo.

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