A tan solo 24 horas del esperado encuentro entre Bolivia y Colombia, se desató una fuerte polémica tras la revelación de un presunto caso de espionaje durante los entrenamientos de la selección colombiana en tierras bolivianas. El incidente, ocurrido el martes 8 de octubre, ha generado gran revuelo en la previa del partido por las eliminatorias sudamericanas al Mundial de 2026. El periodista Cristian Marín, de Blu Radio, fue el primero en dar detalles de lo sucedido, señalando que el cuerpo técnico de Bolivia, encabezado por Óscar Villegas, habría sido responsable del espionaje.

El relato de lo sucedido

Durante su reporte para Blu Radio, Marín explicó que la práctica del equipo colombiano fue interrumpida por la presencia de una persona ajena al cuerpo técnico de la selección. “Ayer, en la práctica de la Selección Colombia, fue saboteada. Estamos hablando del caso de espionaje por parte del técnico Óscar Villegas”, indicó Marín. Estas declaraciones encendieron las alarmas tanto en Colombia como en Bolivia, donde el tema ha generado un intenso debate.

El técnico de la selección colombiana, Néstor Lorenzo, fue uno de los primeros en pronunciarse al respecto. Durante una rueda de prensa, Lorenzo confirmó la información y se mostró visiblemente molesto por la intromisión. “Es lamentable que se presenten este tipo de situaciones. Que te manden a espiar… no sé de dónde salió o quién era, pero lo identificamos”, declaró Lorenzo, dejando claro que el cuerpo técnico colombiano ya tenía pruebas del incidente.

Las pruebas del espionaje

Néstor Lorenzo fue directo al indicar que cuentan con evidencia fotográfica del presunto espía. «Tenemos fotos» afirmó el entrenador, y aseguró que se tomarán las acciones correspondientes para denunciar el caso ante las autoridades del fútbol. “Hacemos la denuncia del caso donde corresponde”, explicó, subrayando la gravedad del asunto y su deseo de que este tipo de actos no queden impunes.

Para Lorenzo, lo más preocupante fue la violación a la privacidad de su equipo en un momento crucial de la preparación. “Uno quiere entrenar con la intimidad y discreción que se merece. Fue una ruptura a la intimidad del plantel”, añadió, evidenciando el malestar que generó en el cuerpo técnico y los jugadores esta situación.

Si bien el caso ya está en manos de las autoridades deportivas, aún no se ha revelado públicamente la identidad de la persona involucrada en el espionaje. No obstante, las declaraciones de Lorenzo sugieren que ya están trabajando para proceder de forma legal y asegurarse de que el responsable enfrente las consecuencias de sus acciones.

El impacto en el ambiente previo al partido

Este episodio ha generado una gran tensión en la previa del partido entre Bolivia y Colombia, programado para el jueves 10 de octubre. Las eliminatorias sudamericanas son reconocidas por ser altamente competitivas y cualquier ventaja, por mínima que sea, puede marcar la diferencia en el desempeño de un equipo. La altura de La Paz, sede del partido, ya es un reto físico considerable para cualquier visitante, y ahora la selección colombiana enfrenta este nuevo obstáculo que podría alterar su preparación mental y táctica para el encuentro.

En el ámbito deportivo, este tipo de acciones suelen ser condenadas por la comunidad futbolística. La intromisión en los entrenamientos de un equipo rival no solo infringe normas éticas, sino que afecta la preparación y la estrategia de los equipos, que deben tener la libertad de trabajar en un entorno controlado y privado.

Los hinchas colombianos y varios medios deportivos han reaccionado con indignación ante la noticia. En las redes sociales, las opiniones se han dividido, con algunos denunciando la falta de juego limpio de parte del cuerpo técnico boliviano, mientras que otros consideran que este tipo de controversias son parte del folclore del fútbol sudamericano. Aun así, la mayoría coincide en que, de comprobarse el espionaje, se debería sancionar de manera ejemplar para evitar que este tipo de situaciones se repitan en el futuro.

¿Qué sigue para la Selección Colombia?

Mientras el equipo de Néstor Lorenzo se prepara para enfrentar a Bolivia en un escenario tan complejo como el estadio Hernando Siles de La Paz, este caso de espionaje se suma a las dificultades que ya de por sí implica jugar en una de las alturas más extremas del continente. Por ahora, la selección colombiana ha mostrado profesionalismo y no ha dejado que el incidente altere su enfoque en el partido.

El entrenador Lorenzo dejó en claro que en las próximas horas se evaluará cómo proceder con respecto a la denuncia, pero también insistió en que su prioridad es mantener la concentración del equipo en lo deportivo. En medio de esta polémica, una pregunta sigue en el aire: ¿Cómo afectará este escándalo al rendimiento de ambos equipos en la cancha?


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