El Ministerio de Defensa confirmó que 34 militares fueron secuestrados en San José del Guaviare luego de un enfrentamiento armado que dejó como saldo la muerte de alias ‘Dumar’, señalado como uno de los cabecillas de las disidencias de las FARC. El hecho, que mantiene en alerta a las autoridades y a la población civil, refleja la complejidad de la situación de seguridad en esta región del país.

Según las primeras informaciones, tras la baja de ‘Dumar’, se desató un fuerte combate en el que murieron al menos 10 personas y se registraron dos capturas. En medio de este operativo, los uniformados fueron retenidos por integrantes del grupo armado, lo que ha generado un escenario de tensión y preocupación tanto en el ámbito militar como en la opinión pública.


Reacción oficial y llamado a la liberación inmediata

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, señaló que el Gobierno espera la pronta liberación de los militares secuestrados. “Esperamos que los suelten cuanto antes para poder continuar protegiendo a todos los colombianos”, declaró el funcionario, reafirmando el compromiso de la Fuerza Pública con la seguridad de la población en el Guaviare y en todo el país.

El secuestro de uniformados en operaciones militares no es un hecho aislado. En los últimos años, las disidencias de las FARC han intensificado acciones armadas en zonas estratégicas, afectando directamente a comunidades rurales y generando un ambiente de incertidumbre sobre la efectividad de los procesos de paz y de los esfuerzos por garantizar el control territorial del Estado.

Expertos en seguridad advierten que esta situación podría marcar un nuevo punto de inflexión en la política de defensa nacional, obligando al Gobierno a fortalecer las operaciones de inteligencia y las medidas de prevención en regiones donde la presencia de grupos ilegales sigue siendo significativa.


Disidencias de las FARC y su presencia en el Guaviare

El departamento del Guaviare ha sido históricamente un territorio de influencia para las disidencias de las FARC. Su ubicación geográfica, los corredores de movilidad y las economías ilícitas han facilitado la consolidación de estructuras armadas que desafían el control estatal. Alias ‘Dumar’, abatido en este enfrentamiento, era identificado como un mando clave en la articulación de operaciones de narcotráfico y ataques contra la Fuerza Pública.

El secuestro de militares, además de ser una violación flagrante de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, constituye una estrategia de presión que busca frenar las operaciones militares en la zona. Sin embargo, también expone la vulnerabilidad de los combatientes en terreno y abre el debate sobre la necesidad de replantear la estrategia de seguridad en áreas donde los enfrentamientos se recrudecen.

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