El senador Miguel Uribe Turbay, una de las figuras más visibles del Centro Democrático, falleció en la madrugada de este lunes 11 de agosto tras no superar las graves heridas sufridas en un atentado en Bogotá ocurrido el pasado 7 de junio. El hecho se produjo en el barrio Modelia, localidad de Fontibón, cuando el político participaba en un acto proselitista.

Uribe, de 39 años, resultó con un severo sangrado intracerebral y un fuerte edema cerebral, lesiones que lo mantuvieron en estado crítico durante más de dos meses. A pesar de múltiples intervenciones quirúrgicas realizadas en la Fundación Santa Fe, su condición nunca logró estabilizarse y su deceso fue confirmado por el equipo médico.


Investigaciones y contexto del ataque

El atentado contra Miguel Uribe Turbay ha generado conmoción en la política colombiana y ha encendido las alertas sobre la seguridad de los líderes en campaña. Las autoridades han confirmado tres capturas relacionadas con el caso y mantienen abiertas las investigaciones para establecer la identidad de todos los responsables.

La hipótesis principal apunta a que el ataque fue perpetrado por una estructura criminal aún no identificada. Este hecho se suma a una serie de agresiones recientes contra figuras públicas, lo que ha llevado a distintos sectores políticos y sociales a exigir un fortalecimiento urgente de los esquemas de protección.


Trayectoria política de Miguel Uribe Turbay

Nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala e hijo de la periodista Diana Turbay, Miguel Uribe creció en un entorno marcado por el servicio público. Abogado de la Universidad de Los Andes con estudios en políticas públicas y administración, se destacó por combinar un perfil técnico con un estilo político directo

Su carrera inició como concejal de Bogotá, cargo que ocupó con reconocimiento por su actividad legislativa. Más tarde, fue secretario de Gobierno de la capital bajo la administración de Enrique Peñalosa, desde donde impulsó políticas de seguridad y recuperación del espacio público. En 2019, aspiró a la Alcaldía de Bogotá y, aunque no logró el cargo, se consolidó como una figura con proyección nacional.
En 2022 fue elegido senador por el Centro Democrático, desde donde lideró debates sobre seguridad ciudadana, reactivación económica y defensa de las instituciones.


Legado y proyección truncada

A lo largo de su trayectoria política, Uribe se posicionó como un defensor de la democracia representativa, el libre mercado y el fortalecimiento institucional. Analistas lo consideraban una de las voces jóvenes con mayor potencial para asumir en el futuro un cargo ejecutivo de alto nivel.

Su asesinato no solo representa una pérdida para su partido, sino que también plantea interrogantes sobre la capacidad del Estado para garantizar el ejercicio libre y seguro de la actividad política. La muerte de Uribe deja un vacío en el Senado y en el liderazgo opositor, además de un profundo impacto en la opinión pública.

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