La Corte Suprema de Justicia de Colombia ha llamado a juicio al representante a la Cámara Miguel Polo Polo por el delito de injuria agravada contra Gustavo Bolívar, actual director del Departamento de Prosperidad Social (DPS). Este caso, que ha generado amplio debate público, se origina en los señalamientos realizados por Polo en redes sociales el 23 de agosto de 2023, cuando Bolívar era candidato a la alcaldía de Bogotá.
Según explicó la Sala de Instrucción del alto tribunal, la acusación contra Polo se limita al delito de injuria agravada, mientras que la calumnia ha sido precluida. La Corte también ordenó remitir el caso a la Sala Especial de Primera Instancia para que continúe el proceso. Este llamado a juicio es un capítulo más en la trayectoria polémica del congresista, quien ha sido conocido por sus controversias en redes sociales y declaraciones incendiarias.
Las declaraciones que desataron la controversia
El caso contra Polo Polo tiene su origen en una publicación que realizó en sus redes sociales, donde vinculó a Gustavo Bolívar con varios hechos graves, entre ellos el suicidio de dos empleados y el supuesto financiamiento a la Primera Línea. Este grupo, formado principalmente por jóvenes con escudos y cascos improvisados, surgió durante las protestas sociales de 2021 en Colombia como un frente de resistencia contra la fuerza pública.
Las acusaciones de Polo generaron una denuncia por parte de Bolívar, quien sostuvo que dichas afirmaciones eran infundadas y atentaban contra su buen nombre. Fue así como en febrero de 2023, la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema abrió una investigación formal contra el congresista, dando paso al proceso que hoy culmina en un llamado a juicio.
Esta no es la primera vez que Miguel Polo Polo está en el centro de una controversia judicial o social. Su estilo combativo, sumado a sus opiniones polarizadoras, ha hecho de él una figura política que no pasa desapercibida, pero cuyo actuar ha levantado críticas incluso desde sectores que respaldan su agenda ideológica.
Un antecedente que aviva el debate: el caso de las Madres de Soacha
A la par de este proceso judicial, Miguel Polo Polo protagonizó otro episodio que desató indignación en varios sectores del país. El pasado 6 de noviembre, durante una exposición en la Plaza Núñez —ubicada entre la Casa de Nariño y el Capitolio Nacional—, Polo destruyó una instalación artística creada por las Madres de Soacha, un colectivo conocido como Mafapo, que denuncia los ‘falsos positivos’. Estas ejecuciones extrajudiciales, perpetradas por miembros del Ejército, han sido uno de los episodios más oscuros de la historia reciente de Colombia.
El homenaje consistía en unas botas intervenidas artísticamente que representaban a las víctimas de estas ejecuciones. Polo, en un acto que fue ampliamente criticado, tiró las botas a la basura, alegando que el homenaje era una afrenta al Ejército colombiano. Este acto llevó a un juez de Bogotá a ordenar que el congresista ofreciera disculpas públicas tanto a Mafapo como al país en general, argumentando que su acción revictimizaba a las madres y desacreditaba sus luchas por la memoria y la justicia.
El fallo judicial exige que Polo haga estas disculpas a través de un medio de comunicación institucional de alcance nacional, subrayando la importancia de respetar la dignidad y la memoria de las víctimas de violaciones de derechos humanos.
¿Qué implica el juicio para Miguel Polo Polo?
El llamado a juicio por parte de la Corte Suprema marca un momento clave en la carrera política de Miguel Polo Polo. Como representante por una circunscripción especial afrodescendiente, ha sido una figura que combina el activismo político con una narrativa provocadora que resuena en ciertos sectores de la derecha colombiana. Sin embargo, sus acciones y declaraciones han generado más divisiones que consensos, lo que ha llevado a múltiples cuestionamientos sobre su estilo de hacer política.
En este contexto, el juicio podría no solo afectar su imagen pública, sino también su futuro político, dependiendo del fallo de la Sala Especial de Primera Instancia. Además, su involucramiento en otras polémicas, como el caso de las Madres de Soacha, no hace más que agravar la percepción negativa en su contra entre algunos sectores de la opinión pública.
¿Se convertirá este proceso judicial en un punto de inflexión?
Mientras avanza el juicio, surge una pregunta clave: ¿podrá Miguel Polo Polo justificar sus acciones y preservar su posición política, o este proceso marcará el inicio de un declive en su carrera? Más allá de las implicaciones legales, este caso pone en el centro del debate el papel de los congresistas en las redes sociales y los límites entre la libertad de expresión y la responsabilidad política.