Unos 4.000 indígenas Emberá , procedentes del departamento de Risaralda , llegaron esta madrugada a Bogotá en una caravana que superó las expectativas iniciales. Aunque se esperaba la llegada de 2.000 personas, más de 60 buses arribaron a la capital. Los líderes indígenas exigen un diálogo directo con el Gobierno Nacional para abordar la desnutrición infantil, el desplazamiento forzado y la falta de garantías en sus territorios. «Nuestros niños están muriendo por desnutrición, y no vemos soluciones reales», denunciaron representantes de la comunidad.

Demandas urgentes: desnutrición y desplazamiento

Entre las principales preocupaciones del pueblo Emberá se encuentra la desnutrición infantil, que ha causado la muerte de más de 100 menores desde 2023. Los líderes indígenas exigen acciones inmediatas del Gobierno Nacional para garantizar derechos fundamentales como alimentación, salud y educación. Asimismo, destacan el impacto del conflicto armado en sus territorios, que los ha obligado a desplazarse reiteradamente, sumiéndolos en una situación de vulnerabilidad extrema.

«Los niños no pueden esperar más; necesitamos compromisos reales, no promesas vacías», señaló uno de los voceros de la comunidad.

La respuesta de las autoridades

La Alcaldía de Bogotá implementó medidas preventivas para evitar que los indígenas ocuparan nuevamente el Parque Nacional, cerrando accesos y desplegando personal de seguridad. Por su parte, la comunidad se estableció temporalmente en la sede de la Agencia Nacional de Tierras, donde espera ser escuchada por el Gobierno Nacional. Miguel Silva, secretario de Gobierno, afirmó: «Es responsabilidad del Gobierno garantizar el bienestar de estas familias en sus territorios de origen».

Sin embargo, la falta de infraestructura adecuada en albergues como La Rioja y La Florida, que ya operan al límite de su capacidad, agrava la situación. Organismos como la Personería de Bogotá han señalado problemas de hacinamiento y la carencia de servicios básicos en estos espacios.

Antecedentes y promesas incumplidas

Este retorno masivo no es un hecho aislado. En 2021 y 2023, la comunidad Emberá también regresó a Bogotá tras múltiples intentos fallidos de retorno a sus territorios. En esos momentos, se establecieron compromisos con entidades gubernamentales para garantizar vivienda, proyectos productivos y transferencias económicas, pero la comunidad denuncia que «nada de eso se ha cumplido completamente».

Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, señaló que el actual acuerdo incluye siete transferencias económicas de hasta $754.000 por familia, vigentes hasta 2025, además de apoyo en vivienda y agricultura. «El reto ahora es romper el ciclo de incumplimientos y restablecer sus derechos fundamentales», afirmó.

La situación actual de los Emberá plantea un desafío urgente para las autoridades. Mientras esperan una mesa de diálogo con el presidente Gustavo Petro, su presencia en la capital visibiliza la necesidad de atender la deuda histórica con las comunidades indígenas, no solo en Bogotá sino en todo el país.

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