La líder opositora venezolana hizo su primera aparición pública en la capital noruega, donde ofreció declaraciones tras recibir —a través de su hija— el Premio Nobel de la Paz 2025. Su reaparición ocurre en medio de tensiones políticas, señalamientos del régimen de Nicolás Maduro y el reciente incremento de acciones internacionales contra la red petrolera venezolana.
Aparición inesperada en Oslo
Luego de más de un año y medio en la clandestinidad, la opositora venezolana María Corina Machado reapareció públicamente en Oslo entre la madrugada del miércoles y el jueves. Su llegada, anunciada por días pero rodeada de incertidumbre, se confirmó cuando salió al balcón del Grand Hotel a las 02:20 hora local para saludar a decenas de venezolanos que la esperaban y entonaban el himno nacional.
Acompañada de su hija Ana Corina Sosa —quien horas antes recibió el Premio Nobel de la Paz en su nombre— y de su madre, Machado permaneció unos minutos en el balcón antes de bajar a la calle y acercarse al grupo que la esperaba. Su presencia generó expectativa, especialmente tras un año en el que solo se había manifestado a través de redes sociales por motivos de seguridad.
Mientras tanto, las autoridades venezolanas desestimaron lo sucedido en Oslo y calificaron la ceremonia del Nobel como un “fracaso total”.
El peso político de su reaparición
La aparición de Machado se da en un contexto marcado por su denuncia de fraude en las elecciones presidenciales de julio de 2024, donde sostiene —junto al candidato opositor Edmundo González— haber presentado el 85% de las actas que validan un triunfo de la oposición. El Consejo Nacional Electoral no ha divulgado las boletas que ratifiquen o descarten ese resultado.
Además, desde noviembre del año pasado, la Fiscalía venezolana mantiene abierta una investigación contra Machado por presuntos delitos de traición a la patria, conspiración con países extranjeros y asociación para delinquir, cargos que contemplan penas de hasta 30 años de prisión.
Sus primeras declaraciones: riesgos, regreso y reconocimiento al país
En entrevista con la BBC, Machado aseguró ser plenamente consciente de los riesgos que asumió al viajar a Noruega pese a tener prohibición de salida del país. Confirmó que su llegada a Oslo ocurrió a través de un desplazamiento encubierto y que su intención es regresar a Venezuela.
“Volveré a Venezuela, no tengo dudas”, afirmó, aunque señaló que el retorno dependerá de “las condiciones óptimas” y de cumplir citas médicas y reuniones pendientes.
Machado también expresó que el Nobel lo recibió “en nombre del pueblo venezolano” y que lo llevará de vuelta al país “en el momento oportuno”. Hasta la noche del miércoles, no veía a sus hijos desde hacía casi dos años.
Su mensaje político desde Oslo
En una conferencia de prensa, Machado pidió a las democracias del mundo apoyar la transición política en Venezuela y denunció que el régimen de Nicolás Maduro se sostiene con ayuda de Cuba, Rusia y organizaciones como Hamas y Hezbollah. Sostuvo que los recursos petroleros venezolanos se han utilizado para persecución política y prácticas denunciadas como terrorismo de Estado.
También apoyó las acciones internacionales que limiten la cooperación con redes criminales, incluyendo la reciente incautación del buque petrolero cargado con crudo venezolano por parte de Estados Unidos.
Consultada sobre una posible intervención militar extranjera, aseguró que la sociedad venezolana apuesta por una transición ordenada y pacífica, pero insistió en que, a su juicio, “es el propio Maduro quien ha declarado la guerra al pueblo”.
Un país en tensión y una oposición que insiste en la transición
Machado reiteró que Edmundo González Urrutia es el presidente electo tras las elecciones del año pasado, y aseguró que la reconstrucción institucional del país “es una prioridad absoluta”. Según dijo, todas las instituciones deben ser refundadas y el proceso exige unidad nacional.
Aunque evitó confirmar eventuales candidaturas o un rol ejecutivo inmediato, afirmó que trabaja con su equipo en la organización ciudadana para sostener una transición democrática cuando las condiciones lo permitan.
Un cierre cargado de simbolismo
La reaparición de Machado no solo marcó su retorno al espacio público, sino un momento emotivo: después de su acto en el hotel, compartió un breve reencuentro con sus hijos —uno de ellos se casó durante su ausencia— y recordó que millones de venezolanos viven separaciones forzadas por la crisis política y migratoria.
Su salida al balcón de Oslo ocurre mientras Venezuela enfrenta nuevas presiones internacionales y un escenario político cada vez más complejo. Noruega, que ha participado en anteriores procesos de mediación, también acompañó la jornada, con la presencia del primer ministro Jonas Gahr Støre en un encuentro con medios.
Machado aseguró que seguirá adelante “día a día”, confiando en que el apoyo internacional y la presión interna abran el camino hacia lo que denomina una transición democrática en Venezuela.
Créditos de información: BBC News Mundo | CNN en español

