Los científicos, luego de años de estudio meticuloso, han logrado reconstruir por completo al reptil, bautizado como Dinocephalosaurus orientalis. Este impresionante hallazgo arroja luz sobre una criatura misteriosa que habitó la Tierra durante el período Triásico en China. Gracias a un fósil completamente articulado, los investigadores pudieron visualizar la criatura en su totalidad, desde la punta de la nariz hasta la cola, ofreciendo una visión fascinante de este antiguo ser.

El profesor Li Chun del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de Beijing fue el primero en descubrir los fósiles en 2003. Desde entonces, los científicos han estado estudiando estos restos, pieza por pieza, para comprender mejor la anatomía y el comportamiento del Dinocephalosaurus. Los fósiles más recientes indican un cuello extremadamente largo con 32 vértebras, lo que sugiere una adaptación única para la caza en entornos acuáticos. Aunque aún hay incertidumbre sobre la función exacta de este cuello alargado, los investigadores especulan que podría haber sido utilizado para pescar en aguas rocosas.

La presencia de peces en el estómago de uno de los fósiles sugiere que el Dinocephalosaurus estaba bien adaptado al medio marino. Sus extremidades con aletas refuerzan esta hipótesis, destacando su habilidad para moverse ágilmente bajo el agua. A pesar de estos avances en nuestra comprensión de esta criatura prehistórica, los científicos aún enfrentan desafíos para encontrar un análogo moderno que pueda explicar por completo su comportamiento y anatomía. El mundo del Triásico sigue siendo un misterio fascinante lleno de animales extraños y maravillosos que desafían nuestra comprensión de la evolución y la vida en la Tierra.

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