Las elecciones legislativas realizadas este jueves en Reino Unido han coronado a los laboristas de Keir Rodney Starmer como los ganadores, superando a los conservadores tras 14 años de dominio. Este resultado ha llevado a la renuncia del primer ministro actual, Rishi Sunak.
Keir Starmer, un abogado londinense de 61 años, hijo de una enfermera y un obrero, ha sido fiscal general para Gales e Inglaterra, y desde 2020 lidera el Partido Laborista. Asumió el liderazgo tras la peor derrota del partido desde 1935.
Starmer tiene una conexión profunda con el laborismo, al punto de llevar el nombre del fundador del partido, Keir Hardie. Sin embargo, su liderazgo ha llevado al partido hacia posturas más centristas, alejándolos de las ideas más radicales de su predecesor, Jeremy Corbyn. Sus críticos lo consideran un oportunista poco inspirador, mientras que sus seguidores lo ven como un pragmático que asumirá el cargo de primer ministro con un enfoque incansable y meticuloso.
Aparte de su carrera política, Starmer es un talentoso músico que recibió clases de violín en su juventud. También es un entusiasta del fútbol y fiel seguidor del Arsenal, equipo al que apoyó hasta el último día, viendo cómo se les escapaba nuevamente el título de la Premier League.
Starmer estudió derecho en las universidades de Leeds y Oxford. Tras graduarse, se dedicó a defender sindicatos, presos condenados a muerte en el extranjero y activistas. En 2008, fue nombrado director del Ministerio Público para Gales e Inglaterra, supervisando casos de parlamentarios acusados de abusar de sus gastos, periodistas implicados en grabaciones telefónicas clandestinas y jóvenes involucrados en disturbios en el país.
