Una nueva controversia sacude al Ministerio del Interior tras revelarse que Juliana Guerrero, joven funcionaria de esta cartera, habría utilizado vuelos oficiales para fines personales. El caso tomó relevancia luego de conocerse que uno de los trayectos coincidió con el desarrollo del reconocido Festival Vallenato en Valledupar, lo que alimentó las sospechas de uso indebido de recursos del Estado.

De acuerdo con información oficial, Guerrero, quien hace parte del equipo de comunicaciones del Ministerio, viajó a esa ciudad el 29 de abril en un vuelo oficial y regresó el 1 de mayo. Las fechas coinciden con los días centrales del evento cultural, lo que ha generado cuestionamientos sobre la verdadera naturaleza de su desplazamiento.

El Ministerio del Interior confirma la existencia de otros vuelos oficiales

La polémica no termina en Valledupar. Según el mismo Ministerio del Interior, Juliana Guerrero ha sido pasajera en al menos otros cinco vuelos oficiales entre marzo y abril de 2024. Los destinos incluyeron ciudades como Florencia, Pasto, Ibagué, Quibdó y nuevamente Valledupar. Aunque en la mayoría de estos casos se argumenta que los viajes formaban parte de la agenda de comunicación institucional, no se han entregado detalles precisos sobre las actividades realizadas ni la pertinencia de su presencia en cada uno de ellos.

La falta de claridad ha motivado solicitudes de explicaciones más profundas por parte de diversos sectores. En particular, se ha cuestionado si la presencia de Guerrero en estos viajes correspondía a necesidades reales de comunicación o si se trató de desplazamientos sin justificación suficiente, cubiertos con recursos públicos.

Festival Vallenato: ¿misión oficial o viaje recreativo?

El vuelo del 29 de abril con destino a Valledupar es el más llamativo de todos. Ese día comenzó el Festival de la Leyenda Vallenata, uno de los eventos culturales más importantes del país, lo que ha llevado a críticos y opositores a plantear que Guerrero pudo haber asistido al festival aprovechando su posición como funcionaria.

Aunque el Ministerio aún no ha entregado un informe detallado sobre las funciones cumplidas por Guerrero en ese viaje específico, fuentes internas consultadas señalan que la joven asistió a reuniones de coordinación logística y difusión de estrategias institucionales. Sin embargo, la coincidencia de fechas y la falta de evidencia pública sobre su gestión concreta siguen alimentando la controversia.

La situación plantea un debate mayor sobre el control y la vigilancia del uso de recursos públicos, especialmente en entidades del orden nacional. Para muchos analistas, este tipo de casos ponen en duda los estándares de transparencia que deberían regir la función pública.

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