En la noche del miércoles 24 de julio, una menor indígena emberá de 17 años, en estado de embarazo, denunció un alarmante episodio de violencia física por parte de su pareja.

La adolescente, acompañada por su hermano menor, se presentó alrededor de las nueve de la noche en el Puesto de Mando Unificado (PMU), ubicado en las cercanías del Parque Nacional, para reportar la agresión. Al llegar, la joven mostraba claros signos de trauma físico, lo que llevó a las autoridades a brindarle asistencia inmediata en una unidad móvil de salud.

Sin embargo, debido a la gravedad de sus lesiones, que incluían trauma cráneo-encefálico leve y trauma abdominal, la menor fue trasladada de urgencia a un centro hospitalario para recibir atención médica especializada. La situación es particularmente preocupante dada su condición de embarazo, lo que añade un nivel adicional de riesgo y vulnerabilidad a su ya delicada situación.

Ante estos hechos, la Secretaría de Integración Social, responsable de proteger los derechos de los ciudadanos más vulnerables, actuó de inmediato. La denuncia fue presentada la misma noche ante la Comisaría de Familia del CAPIV (Centro de Atención Penal Integral para Víctimas), donde se implementaron medidas de protección urgentes y provisionales para la joven mientras se desarrolla el proceso judicial.

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