El presidente Gustavo Petro anunció el cierre del proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), luego de un atentado en Arauca que dejó un saldo de dos soldados muertos y 25 heridos. El ataque, perpetrado con un vehículo cargado de explosivos, fue un punto de quiebre en las negociaciones entre el gobierno y el grupo guerrillero.
En una intervención, Petro expresó su indignación por la persistente violencia del ELN y subrayó que este tipo de acciones «prácticamente es una acción que cierra un proceso de paz con sangre».
Durante la posesión de una magistrada en la Casa de Nariño, el mandatario reflexionó sobre la gravedad del atentado, comparándolo con el trágico ataque de 2019 en la Escuela de Cadetes General Santander, también atribuido al ELN.
«Una volqueta cargada de explosivos que hiere 27 jóvenes y mata dos, dentro de los datos que tengo, puesta por el ELN con quien estábamos conversando de paz» , comentó Petro.
Estas acciones, según él, reflejan la incapacidad del grupo armado para optar por la paz y dejan al país en un estado de incertidumbre y mayor violencia.
El presidente enfatizó que, tras este nuevo episodio de violencia, el país parece encaminado hacia una nueva etapa de conflicto.
«Ahora se abren de nuevo en la historia de Colombia» , señaló Petro, quien dejó claro que el diálogo ya no es viable ante la intransigencia del ELN.
El ataque en Arauca representa, para el gobierno, la confirmación de que las acciones violentas del grupo guerrillero sobrepasan cualquier esfuerzo de reconciliación.