La vicepresidenta Francia Márquez negó de manera categórica cualquier participación en un supuesto plan liderado por Álvaro Leyva para derrocar al presidente Gustavo Petro. En medio de crecientes tensiones dentro del Gobierno, Márquez salió al paso de versiones que la involucraban en una estrategia para tomar el poder, rechazando con contundencia los rumores.

Durante una declaración pública, Márquez aseguró: “Jamás me he prestado para conspiraciones, no soy instrumento de nadie”. Sus palabras se dieron luego de que se difundieran versiones según las cuales habría sido contactada para encabezar un eventual relevo presidencial, lo que algunos sectores han calificado como un intento de golpe de Estado en Colombia disfrazado de legalidad.

Esta declaración no solo busca desmentir su vinculación con un presunto complot, sino también reafirmar su lealtad al proyecto político liderado por Petro, con quien comparte principios fundamentales dentro del gobierno actual.

Las versiones que desataron la polémica

El foco de la controversia es Álvaro Leyva, exministro de Relaciones Exteriores, quien según informes no oficiales, habría propuesto a Francia Márquez sumarse a una iniciativa para reemplazar a Petro por vías institucionales, presuntamente bajo una figura de incapacidad médica o jurídica del mandatario.

Estas afirmaciones surgieron en un contexto de confrontaciones políticas internas, alimentadas por el distanciamiento de algunos antiguos aliados del presidente y un clima de crispación creciente en el Congreso y la opinión pública.

Frente a estas insinuaciones, Márquez fue enfática: “No voy a permitir que se utilice mi nombre ni mi cargo para alimentar divisiones o justificar acciones antidemocráticas”. Además, recordó que su papel como vicepresidenta está claramente definido por la Constitución y que su compromiso con la democracia y el respeto a la voluntad popular es inquebrantable.

Francia Márquez, entre la institucionalidad y las tensiones internas

La figura de Francia Márquez ha sido clave en el escenario político colombiano. Como símbolo de representación afrocolombiana y de liderazgo desde las periferias, su presencia en la vicepresidencia de Colombia ha generado expectativas y, al mismo tiempo, resistencias desde diversos sectores.

Esta no es la primera vez que se le vincula a rumores sobre rupturas internas en el Gobierno. Sin embargo, su respuesta actual marca un tono más firme frente a lo que considera “maniobras desestabilizadoras” contra la presidencia de Petro.

Además de rechazar la supuesta propuesta de Leyva, Márquez aprovechó su intervención para recalcar que cualquier decisión de Estado debe pasar por los canales constitucionales y democráticos. “No puede haber espacio para aventuras políticas disfrazadas de institucionalidad”, dijo.

¿Qué consecuencias tiene este episodio para el Gobierno de Petro?

Este episodio pone de manifiesto las fracturas internas dentro del Pacto Histórico y los desafíos que enfrenta Gustavo Petro para mantener la cohesión en su equipo de gobierno. Si bien no hay pruebas concretas de una conspiración en marcha, la difusión de versiones de este tipo refleja el ambiente de inestabilidad política que atraviesa el país.

En ese sentido, la postura de Márquez puede considerarse como un respaldo clave a la continuidad institucional y a la legitimidad del mandato presidencial. Su decisión de cortar de raíz cualquier insinuación sobre una posible traición refuerza su perfil como figura comprometida con el respeto a las reglas democráticas.

Con esta declaración, Francia Márquez no solo busca proteger su reputación política, sino también enviar un mensaje claro a los sectores que pretenden instrumentalizar su imagen para fines que considera ajenos a su vocación de servicio.

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