Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, fue enfático al afirmar que en la ciudad nadie tiene el derecho de imponer “códigos de vestimenta” en el espacio público. Su pronunciamiento se dio tras un incidente que ha generado controversia, en el cual a dos mujeres se les negó el ingreso a una exclusiva zona de la ciudad debido a su manera de vestir. Este caso se suma a otro ocurrido recientemente, en el que una pareja de hermanos fue expulsada del lugar porque la mujer llevaba una falda corta.

El mandatario rechazó este tipo de acciones, calificándolas de absurdas e inaceptables en una ciudad que debe respetar los derechos y libertades de las personas. Gutiérrez destacó que el espacio público pertenece a todos los ciudadanos y que ningún individuo o establecimiento privado puede imponer restricciones sobre cómo se debe vestir en dichos espacios.

«Eso es un absurdo, y nosotros ya lo hemos dicho como administración. Eso no se puede permitir; eso es espacio público», afirmó el alcalde en declaraciones a los medios de comunicación.

Derecho de admisión en establecimientos privados vs. espacio público

Federico Gutiérrez también aclaró que los establecimientos privados, como bares y restaurantes, tienen el derecho de admitir o rechazar a clientes siempre que lo hagan dentro de sus locales. Sin embargo, advirtió que ese derecho no puede extenderse al espacio público, ya que se trata de un lugar común que pertenece a la ciudadanía en general.

El alcalde explicó que ha sostenido conversaciones con los propietarios de locales en la zona afectada y con los representantes de las corporaciones que agrupan a restaurantes y bares. En estas reuniones, Gutiérrez recordó a los dueños que el derecho de admisión solo se puede aplicar dentro de los límites de sus establecimientos y no en las áreas públicas adyacentes.

«Ellos pueden conservar su derecho de admisión en establecimientos que son privados, pero lo que no pueden hacer es tratar de llevar esas normas al espacio público de la ciudad», subrayó el mandatario. Gutiérrez reafirmó que nadie puede ser excluido de un espacio público por su forma de vestir o por cualquier otra razón. El funcionario mostró su indignación ante la repetición de estos casos, indicando que no permitirá que algunas personas se crean «dueñas» de áreas públicas que deben ser de libre acceso.

Advertencias y posibles sanciones a quienes violen el derecho al libre acceso

Federico Gutiérrez también fue claro al afirmar que ya se han dado advertencias a los responsables de estos establecimientos y que, de persistir en este tipo de comportamientos, se impondrán sanciones. El alcalde no especificó las posibles medidas, pero fue firme al asegurar que no habrá tolerancia frente a este tipo de conductas discriminatorias.

«En el espacio público no pueden sacar a nadie ni por cómo se vista ni por cualquier otra razón. (…) Es increíble que estos casos se repitan y que uno vea que hay personas que se crean dueñas del espacio público», señaló el alcalde con evidente frustración. Además, mencionó que se han puesto en marcha los mecanismos necesarios para garantizar que no se repitan incidentes de esta naturaleza en Medellín.

Esta postura de Gutiérrez refuerza la visión de su administración en cuanto a la defensa de los derechos civiles y el respeto por la diversidad. Según el alcalde, Medellín debe ser una ciudad inclusiva, donde todos sus habitantes puedan moverse con libertad en los espacios comunes sin temor a ser juzgados o discriminados por su apariencia. Este enfoque también responde a la necesidad de proteger el espacio público como un lugar que pertenece a todos los ciudadanos, sin distinción alguna.

La polémica por los códigos de vestimenta en Medellín

Los casos de discriminación por vestimenta que han salido a la luz en Medellín en los últimos meses han generado un debate en torno a los derechos individuales y las libertades en los espacios públicos. La discusión se centra en el delicado equilibrio entre el derecho de los establecimientos privados de imponer sus propias reglas y la obligación de respetar el carácter inclusivo de los espacios que pertenecen a la ciudad y a sus habitantes.

El caso más reciente, en el que dos mujeres fueron rechazadas por su vestimenta en una zona exclusiva de Medellín, ha desatado indignación tanto en redes sociales como en diversos sectores de la sociedad. La situación ha puesto de manifiesto la importancia de garantizar que las normativas de establecimientos privados no vulneren los derechos de las personas en el espacio público.

La postura firme del alcalde Gutiérrez sugiere que este tipo de comportamientos no serán tolerados y que, de ser necesario, las autoridades tomarán medidas contundentes para evitar que se repitan.


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