Margalida Castro, una de las actrices más reconocidas y queridas de la televisión colombiana, falleció este jueves 19 de diciembre a los 82 años. La noticia fue confirmada por su manager, Claudia Serrato, quien explicó que la causa de muerte fue un cáncer detectado recientemente.
“Con profunda tristeza en el alma les comunico que mi grandiosa actriz y amiga Margalida Castro falleció, víctima de un cáncer que fue descubierto hace muy poco”, escribió Serrato en un sentido mensaje en su cuenta de Instagram.
La partida de Margalida Castro marca el final de una trayectoria artística de más de seis décadas, durante las cuales dejó una huella imborrable en el corazón de los colombianos a través de sus inolvidables interpretaciones en la pantalla chica.
Una carrera que definió la televisión colombiana
Nacida en 1941, Margalida Castro fue mucho más que una actriz. Su talento, versatilidad y carisma la convirtieron en un ícono cultural que trascendió generaciones. Desde su debut en los años 60, su carrera estuvo marcada por la excelencia y un profundo compromiso con su oficio, destacándose en algunas de las producciones más emblemáticas de la televisión colombiana.
Entre sus papeles más recordados están:
- Sussy Borda de Lavalle en «Gallito Ramírez»: Un clásico de los años 80 que consolidó su lugar como actriz de carácter.
- Doña Custodia en «Dulce Ave Negra»: Su interpretación de esta matrona impactó por su profundidad emocional.
- Élida Pérez en «Música Maestro»: Un papel que demostró su versatilidad para encarnar personajes complejos.
- La Tía Chavela en «Yo amo a Paquita Gallego»: Este papel se ganó el cariño de los televidentes por su humor y calidez.
- Úrsula Lacouture y Bárbara Fon Braun Lacouture en «Chepe Fortuna»: Margalida brilló al interpretar dos personajes en una misma producción, dejando claro su dominio actoral.
En los últimos años, Margalida Castro continuó mostrando su vigencia y talento en papeles recientes como Erika Bruner en «La nieta elegida» y Carmenza en «La tía Alison», que mantuvieron su conexión con nuevas generaciones de espectadores.
Un legado que trasciende la pantalla
La noticia de su fallecimiento no solo deja un vacío en el mundo de la televisión, sino también en el corazón de quienes la conocieron de cerca. Margalida era conocida no solo por su profesionalismo, sino también por su espíritu alegre y su generosidad.
Su manager y amiga Claudia Serrato expresó en varias ocasiones lo comprometida que Margalida era con cada uno de sus proyectos. Incluso en los momentos más difíciles, la actriz nunca dejó de entregarse por completo a su pasión por actuar.
Las redes sociales han sido el espacio donde figuras públicas, compañeros de trabajo y admiradores han compartido sus condolencias y recuerdos de la actriz. Muchos destacan su capacidad para transformarse en cada uno de sus personajes, su amor por la vida y su dedicación al arte.
El impacto de su partida en la cultura colombiana
La pérdida de Margalida Castro llega en un momento donde las grandes figuras de la televisión colombiana comienzan a recibir el reconocimiento histórico que merecen. Su fallecimiento pone de manifiesto la importancia de valorar a los actores que construyeron la industria audiovisual del país y que, como Margalida, dedicaron toda una vida a enriquecer la cultura nacional.
Más allá de las pantallas, Margalida fue un ejemplo de resiliencia y pasión. Su voz inconfundible y su presencia arrolladora quedarán grabadas en la memoria colectiva, y su legado seguirá vivo a través de sus personajes y de los innumerables momentos de alegría, emoción y reflexión que brindó al público.
Un adiós lleno de gratitud
La carrera de Margalida Castro no solo marcó un hito en la televisión, sino que también sirvió de inspiración para nuevas generaciones de actores y actrices. Su profesionalismo y su amor por el arte son una lección de vida que seguirá resonando.
Hoy despedimos a una mujer que lo dio todo por la actuación y que se convirtió en un símbolo del talento colombiano. Como bien se dice en el mundo del teatro, su última función ha llegado, pero su aplauso final resonará por siempre.