La exministra de Deporte María Isabel Urrutia fue formalmente acusada ante la Corte Suprema de Justicia por la Fiscalía General de la Nación debido a presuntas irregularidades cometidas durante su gestión. Según el ente investigador, Urrutia habría incurrido en actos de corrupción al suscribir, de forma aparentemente indebida, al menos 104 contratos administrativos.

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La diligencia judicial, llevada a cabo recientemente, marca un giro decisivo en el proceso que se adelanta contra la también medallista olímpica, quien ejerció como ministra durante los primeros meses del actual gobierno. Los contratos en cuestión habrían sido celebrados sin el cumplimiento de los requisitos legales y administrativos que exige la normativa colombiana para la contratación pública.

De acuerdo con los detalles revelados por la Fiscalía, las presuntas irregularidades se centran en la forma en que fueron estructurados y ejecutados los procesos de selección, favoreciendo a determinados contratistas en detrimento del interés público.

Contratos bajo la lupa: el caso que sacude al Ministerio del Deporte

El caso de María Isabel Urrutia ha generado un fuerte impacto mediático y político debido al volumen y la naturaleza de los contratos que están bajo investigación. La Fiscalía argumenta que los 104 procesos contractuales fueron suscritos durante el periodo de transición entre su salida del cargo y el nombramiento oficial de su sucesor, lo que, según los investigadores, representaría una transgresión al principio de planeación de la contratación estatal.

Los contratos estarían relacionados con servicios logísticos, asesorías y suministros, muchos de ellos adjudicados sin la debida justificación de urgencia o sin cumplir con los principios de transparencia, economía y responsabilidad. Esta situación ha sido calificada por los órganos de control como un posible abuso de poder con fines personales o políticos.

Además, la entidad investigadora sostiene que Urrutia pudo haber incurrido en una conducta sistemática que compromete no solo su rol como exfuncionaria pública, sino que afecta la confianza institucional en el manejo de los recursos del deporte colombiano.

¿Qué sigue para la exministra? Proceso y posibles consecuencias

Tras la presentación del escrito de acusación, la exministra Urrutia deberá enfrentar el proceso penal que ahora entra en su fase de juicio. Si es hallada culpable, podría enfrentarse a sanciones penales que incluyen inhabilitación para ejercer cargos públicos, multas económicas e incluso privación de la libertad, dependiendo del resultado del juicio.

Este caso también reabre el debate sobre los controles institucionales al momento de realizar empalmes gubernamentales, especialmente cuando se trata de ministerios encargados de gestionar presupuestos sensibles como el del deporte. Varios analistas han cuestionado la falta de seguimiento y auditorías internas más rigurosas que permitan identificar de forma temprana posibles irregularidades.

En medio del escándalo, el Ministerio del Deporte no ha emitido un comunicado oficial, mientras que diversas voces del sector han pedido celeridad en el proceso para esclarecer los hechos y aplicar las sanciones correspondientes si se confirma la culpabilidad de la exministra.

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