Estados Unidos aplicará, a partir del lunes 10 de febrero, un arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio, según anunció el presidente Donald Trump. Esta decisión busca fortalecer la industria nacional y reducir la dependencia de importaciones extranjeras, especialmente de China.
Aranceles y medidas recíprocas
Durante un encuentro con periodistas a bordo del avión presidencial, Trump declaró que “todo el acero que llegue a Estados Unidos tendrá el 25% de aranceles” y que la misma medida se aplicará al aluminio. Además, adelantó que entre martes y miércoles se anunciarán los “aranceles recíprocos”, con los cuales busca equilibrar los impuestos de aduana en los productos importados.
“Si nos gravan con el 130% y nosotros no, eso no seguirá así”, afirmó el mandatario. También subrayó que no todos los países serán afectados, sino aquellos que, a su juicio, han sacado ventaja de Estados Unidos en el comercio internacional.
Respuesta de China y consecuencias económicas
La tensión comercial entre Estados Unidos y China se intensifica con la imposición de un arancel adicional del 10% sobre los productos provenientes del gigante asiático, medida que entrará en vigor a partir del martes. Como respuesta, Pekín implementará aranceles específicos sobre productos estadounidenses a partir del 10 de febrero.
Este nuevo episodio de la guerra comercial podría impactar a diversas industrias, elevando los costos de producción y afectando el precio final de bienes de consumo en ambos países. Empresas del sector manufacturero y automotriz en EE.UU. han manifestado preocupación por el incremento en los costos de materias primas, lo que podría traducirse en una disminución de la competitividad en el mercado global.
¿Cómo afectará a la economía global?
Expertos en comercio internacional advierten que esta escalada de medidas proteccionistas podría generar un efecto dominó en otros países, aumentando las barreras comerciales y ralentizando el crecimiento económico mundial. En particular, países con importantes exportaciones de acero y aluminio, como Canadá, México y Brasil, podrían verse afectados si no logran excepciones a estas nuevas tarifas.
Mientras tanto, la comunidad empresarial estadounidense y organismos internacionales instan a la administración Trump a reconsiderar estas políticas y buscar soluciones diplomáticas que eviten un impacto negativo en la economía global.