El Departamento de Defensa de Estados Unidos denunció que dos aviones militares de Venezuela, presuntamente F-16 pertenecientes al régimen de Nicolás Maduro, sobrevolaron el destructor USS Jason Dunham mientras realizaba operaciones en aguas internacionales del mar Caribe. Washington calificó la acción como un “movimiento altamente provocativo” que busca interferir en las labores antinarcóticos y antiterrorismo que adelanta su Armada en la región.

De acuerdo con el Pentágono, este incidente no fue una simple maniobra aérea, sino un intento de obstaculizar operaciones militares que cuentan con respaldo legal bajo normas internacionales. La advertencia de Estados Unidos se produjo pocos días después de que el presidente Donald Trump anunciara la destrucción de una embarcación cargada con droga proveniente de Venezuela, lo que ha elevado aún más la tensión diplomática.

Maniobra aérea y reacción de Washington

Según reportes de prensa internacional, los dos cazas venezolanos sobrevolaron a baja altura al USS Jason Dunham, uno de los ocho buques desplegados por Estados Unidos en el Caribe como parte de una operación contra el narcotráfico. El Pentágono denunció que esta acción fue una “demostración de fuerza innecesaria y peligrosa”, y reafirmó que la Armada estadounidense seguirá operando con libertad en la zona bajo los principios del derecho internacional.

Un portavoz del Departamento de Defensa añadió que se trata de un intento directo de intimidar y disuadir las labores de vigilancia y control contra los carteles de la droga. Washington instó al gobierno de Maduro a evitar nuevas provocaciones y advirtió que cualquier acción destinada a obstruir sus operaciones tendrá consecuencias.

Contexto: tensiones tras operación antidrogas

Este sobrevuelo ocurrió apenas días después de que Trump confirmara que una lancha cargada con drogas, supuestamente perteneciente al Tren de Aragua, fue destruida en una operación militar. El mandatario aseguró que el ataque, realizado con drones o misiles, dejó al menos 11 narcoterroristas muertos. El gobierno estadounidense difundió un video de la acción, destacando que el cargamento tenía como destino su territorio.

Medios locales, como El Pitazo, revelaron que la embarcación había zarpado desde San Juan de Unare, estado Sucre, rumbo a Trinidad y Tobago, transportando droga avaluada en unos 120 millones de dólares. Sin embargo, el régimen de Maduro rechazó la versión de Washington, alegando que el video fue manipulado con inteligencia artificial. El ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusó a Estados Unidos de fabricar una mentira y calificó el hecho como una ejecución extrajudicial.

¿Escalada en la tensión bilateral?

La relación entre Estados Unidos y Venezuela atraviesa uno de sus momentos más críticos en la última década. Las denuncias de vínculos entre el régimen de Maduro y el narcotráfico han sido reiteradas desde Washington, mientras que Caracas insiste en que se trata de una campaña para justificar sanciones y posibles acciones militares.

El secretario de Estado, Marco Rubio, endureció aún más el discurso al referirse a Maduro como “un fugitivo de la justicia estadounidense”, y anticipó que podrían registrarse más ataques contra embarcaciones con droga. Con este escenario, analistas advierten que la reciente maniobra aérea no solo aumenta el riesgo de un incidente militar en el Caribe, sino que también profundiza la confrontación política y diplomática.

La gran pregunta es si este episodio marcará un punto de inflexión en la estrategia de ambos países. Mientras Washington promete reforzar sus operaciones antidrogas, el régimen venezolano podría optar por intensificar sus demostraciones militares. La región, ya atravesada por tensiones económicas y sociales, se enfrenta al riesgo de convertirse en un nuevo foco de confrontación internacional.

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