En medio de la incertidumbre sobre el paradero de alias Iván Mordisco, jefe de las disidencias de las Farc, el Gobierno nacional ha revelado detalles inéditos sobre una de las operaciones de inteligencia más complejas ejecutadas en los últimos meses. Aunque la información sobre su presunta muerte no ha sido confirmada, lo cierto es que las autoridades están cada vez más cerca de dar con él.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, dejó claro que el operativo logró acercarse peligrosamente al líder guerrillero. “No ha sido neutralizado porque no tenemos físicamente el cuerpo, ya sea que esté vivo o que esté muerto, no lo sabemos. Pero bajo esa hipótesis consideramos que aún está vivo, huyendo. Eso es lo que creemos, y por eso lo seguimos buscando”, afirmó.

Evidencias personales halladas refuerzan la hipótesis de su cercanía

Durante la ofensiva, desarrollada en los límites entre Caquetá y Amazonas, se encontraron objetos clave que pertenecen a Iván Mordisco. Según el director de la Policía Nacional, el general Carlos Triana, se recuperaron gafas personales, un fusil Tavor que el guerrillero suele portar, un computador personal, una tablet, y un celular que sería de su uso exclusivo.

El general Triana explicó que “todos estos elementos fueron hallados durante la operación y están bajo análisis judicial, ya que pueden contener información determinante sobre sus movimientos y contactos”. Asimismo, se encontraron las gafas personales de alias Alonso 45, otro de los cabecillas de la estructura criminal que estaría también en la mira del Ejército y la Policía.

Aunque no hay registro de que Iván Mordisco esté entre los doce muertos del último operativo, su rastro parece haberse vuelto más nítido. La falta de un cuerpo no impide que las fuerzas de seguridad estén cada vez más cerca de cerrar el cerco.

Inteligencia y tecnología de punta para acorralarlo

Uno de los aspectos más llamativos de esta operación ha sido el despliegue sin precedentes en términos de logística e inteligencia. El ministro Pedro Sánchez informó que se requirieron más de 1.900 horas de análisis técnico y humano, sumadas al trabajo de 150 hombres de inteligencia especializados en seguirle la pista a Mordisco.

Gracias a esta labor, se lograron identificar 12 zonas campamentarias en las que se presume se escondía el jefe guerrillero, y además se caracterizaron 9 rutas de movilidad utilizadas por él. Esta información es crucial para entender sus patrones de comportamiento y prever sus próximos movimientos.

Para llegar a estos hallazgos, fue necesario ejecutar 5.860 horas de análisis operacional, lo que derivó en la ejecución de 8 fases de operaciones conjuntas entre la Policía Nacional y las Fuerzas Militares. Adicionalmente, se utilizaron aeronaves con tecnología de punta, que sumaron más de 60 horas de vuelo para vigilar y rastrear desde el aire posibles refugios del cabecilla rebelde.

¿La captura de Iván Mordisco está cada vez más cerca?

Todo este esfuerzo no fue en vano. Según las autoridades, se logró confirmar que el objetivo principal —Iván Mordisco— estuvo recientemente en uno de los campamentos identificados. La intervención de Estados Unidos con apoyo tecnológico también ha sido clave para avanzar en esta cacería.

Pedro Sánchez aprovechó para reiterar el ofrecimiento de una recompensa de $4.450 millones por información que conduzca a su captura. Este incentivo busca que informantes o personas cercanas al entorno de Mordisco colaboren con las autoridades para lograr su localización final.

La operación continúa, pero el mensaje del Gobierno es claro: la caída de Iván Mordisco es cuestión de tiempo. La presión se intensifica cada día, y el margen de maniobra del líder de las disidencias se reduce vertiginosamente.

¿Es solo cuestión de días para que caiga el jefe de las disidencias?

Lo que comenzó como un operativo más se ha convertido en una persecución meticulosa basada en inteligencia, tecnología y estrategia militar. Las pruebas halladas, la confirmación de sus rutas y la identificación de sus refugios hacen pensar que alias Iván Mordisco podría estar a un paso de ser capturado. ¿Será cuestión de días? ¿O logrará, una vez más, escabullirse entre la selva y sus laberintos logísticos?

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