El peso colombiano volvió a sorprender a los mercados internacionales. Durante las primeras semanas de octubre de 2025, la moneda nacional se fortaleció frente al dólar estadounidense, consolidándose como la divisa con mejor desempeño en América Latina. Según datos del Banco de la República y de firmas internacionales de análisis financiero, el peso se ha apreciado más de un 12% en lo que va del año, impulsado por factores macroeconómicos estables y la confianza de los inversionistas extranjeros.

El contexto internacional ha favorecido este comportamiento. Mientras otras economías de la región enfrentan presiones inflacionarias y devaluaciones sostenidas, Colombia ha mantenido una política monetaria prudente, acompañada de una mejora en sus indicadores fiscales y un repunte de las exportaciones de petróleo, café y flores, productos clave para su balanza comercial.

La recuperación del peso y su impacto regional

El peso colombiano se ubica hoy como la moneda más fuerte de América Latina, superando al real brasileño y al peso mexicano, dos divisas que históricamente habían dominado el mercado regional. En la primera semana de octubre, la tasa de cambio se mantuvo alrededor de los 3.640 pesos por dólar, alcanzando su mejor nivel en más de dos años. En septiembre de este año, el peso colombiano lideró la revaluación regional con un avance del 2,17% frente al dólar, impulsada por el recorte de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), que opera en un rango entre 4% y 4.25%, y un entorno financiero más favorable para los mercados emergentes.

La moneda nacional se benefició a nivel internacional gracias al decaimiento del euro frente al dólar, motivada por la incertidumbre política en Francia y la desaceleración de la zona euro, dio soporte temporal a la divisa estadounidense, pero, para la mala fortuna de Estados Unidos, las dudas sobre el cierre del Gobierno estadounidense incrementaron la aversión al riesgo, lo que se reflejó en un aumento histórico del precio del oro, que superó los cuatro mil dólares la onza. La situación favoreció a varias monedas emergentes, incluida la colombiana, que se benefició de la depreciación del dólar, estimada entre 10% y 13% frente a otras monedas principales.

La politica monetaria y fiscal también resultaron ser un escalón benefico para esta Hazaña. El Ministerio de Hacienda con su operación de manejo de deuda y las expectativas de estabilidad en la tasa de referencia del Banco de la República consolidaron la confianza de los inversionistas. Durante septiembre, la tasa de cambio se movió desde los $4.040 hasta mínimos cercanos a $3.830.

«La Nación ha podido recuperar la confianza en el manejo técnico de la deuda pública colombiana» afirmó el  ministro Germán Ávila Plazas, lo dicho se reflejó en menores tasas de interés para la deuda externa del país.

Sin embargo, la política monetaria enfrenta tensiones internas. Dentro de la Junta Directiva del Banco de la República, hay un pequeño grupo que considera que el banco central debería acelerar la reducción de tasas para aliviar los efectos de la apreciación del peso sobre la economía real “una reducción de tan solo 25 puntos básicos en lo corrido del año resulta excesivamente conservadora” es lo que afirman, puesto a que, mantener tasas altas podria producir un desequilibrio en las finanzas, en un contexto donde débil del dólar y una alta revaluación del peso.

 “el peso fuerte afecta directamente a los sectores más dinámicos, aquellos distintos a los tradicionales del petróleo y el carbón”

“pretender enfriar la economía con tasas reales altas ahogaría el nuevo patrón de desarrollo basado en el consumo de los hogares y la economía popular”. argumentan aquellos miembros que votaron por por una reducción mayor de tasas.

En la comunidad exportadora, el efecto de un peso mayor se siente aún más fuerte. En sectores como agrícola, agroindustrial y manufacturero a raíz de trabajar con productos con valor agregado nacional, a diferencia de aquellos que utilizan una proporción importante de insumos importados ya que pueden compensar la apreciación del peso, porque ahora dichos insumos resultan ser más baratos.

La apreciación fue de alrededor del 13%. “No estamos solos en este proceso, pero sí entre los países que más se han apreciado”, añadió Andrés Pardo  director general y de estrategia macroeconómica para Latinoamérica de XP Investments.

Resaltó también “muchas de las preguntas de inversionistas internacionales giran en torno a cuánto piensa monetizar el Gobierno y cómo eso puede afectar el mercado cambiario”.

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