El Ejército Nacional confirmó la extracción de 27 militares secuestrados en El Tambo, Cauca, tras una asonada registrada en la vereda Los Tigres. El operativo, desarrollado en medio de la Operación Perseo II, se produjo en una zona de fuerte presencia de estructuras armadas ilegales y economías ilícitas. Sin embargo, aún permanecen privados de la libertad 45 uniformados, lo que mantiene en tensión a las autoridades y a la población local.
De acuerdo con reportes oficiales, un grupo de habitantes bloqueó y retuvo a los soldados en circunstancias que aún son materia de investigación. El Ejército denunció que este tipo de acciones han sido recurrentes en el Cauca, donde la presión de actores ilegales busca frenar las operaciones militares contra el narcotráfico y la minería ilegal.
Contexto del secuestro en la vereda Los Tigres
El incidente ocurrió el 7 de septiembre en horas de la tarde, cuando las tropas avanzaban en un patrullaje de control territorial. Según el comando militar, la comunidad, aparentemente motivada por sectores vinculados a grupos armados organizados, impidió el movimiento de la tropa y la retuvo por la fuerza.
La asonada coincidió con un momento de alta tensión en el Cauca, donde en los últimos meses se ha intensificado la confrontación entre disidencias de las FARC y el ELN, lo que ha afectado de manera directa a las comunidades campesinas e indígenas. Estas poblaciones, en varias ocasiones, han denunciado quedar en medio de la confrontación y sufrir amenazas por parte de todos los actores armados.
Respuesta del Ejército y situación de los militares
La institución castrense informó que, mediante un despliegue coordinado, se logró la extracción de 27 militares que ya se encuentran a salvo y bajo valoración médica. No obstante, persiste la incertidumbre por los 45 soldados que continúan retenidos, lo que ha generado preocupación en organismos de derechos humanos y en familiares de las víctimas.
El Ejército recalcó que la operación tenía como objetivo debilitar economías ilícitas que financian a los grupos armados. También advirtió que este tipo de secuestros constituyen una grave violación al Derecho Internacional Humanitario y ponen en riesgo no solo a los uniformados, sino también a las comunidades utilizadas como escudo por organizaciones criminales.
¿Qué viene ahora para los militares secuestrados?
Las autoridades mantienen conversaciones con líderes comunitarios y buscan la intervención de organismos humanitarios para facilitar la liberación de los militares restantes. Mientras tanto, la Defensoría del Pueblo ha solicitado garantías para la vida e integridad de los soldados y llamó a evitar cualquier acción violenta que agrave la situación.
El hecho se produce en un contexto de recrudecimiento del conflicto en el Cauca y reabre el debate sobre la capacidad del Estado para garantizar la seguridad en zonas rurales bajo influencia de estructuras ilegales. La pregunta que queda abierta es si este episodio marcará un punto de inflexión en la estrategia de seguridad del Gobierno frente a regiones históricamente golpeadas por la violencia.