El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que su gobierno impondrá nuevos aranceles a Colombia, una decisión que marca un nuevo punto de tensión en las relaciones bilaterales. El anuncio se produjo tras una dura acusación contra el mandatario colombiano, Gustavo Petro, a quien Trump calificó como “líder del narcotráfico”, alegando que su administración habría permitido el incremento de los cultivos ilícitos en el país suramericano.

Durante un acto político en Washington, Trump afirmó que su gobierno “no puede seguir subsidiando a un país gobernado por el narcotráfico”, y advirtió que los beneficios comerciales otorgados a Colombia bajo acuerdos anteriores serán revisados. Según el mandatario norteamericano, las nuevas tarifas buscarán “proteger los empleos estadounidenses” y sancionar a los países “que no colaboran con la lucha antidrogas”. La medida incluye la suspensión de ciertos subsidios y ayudas financieras destinadas a programas de cooperación bilateral.

Un golpe a la relación económica entre Colombia y Estados Unidos

La decisión de aplicar aranceles a las exportaciones colombianas representa un duro golpe para el comercio exterior del país, que mantiene en Estados Unidos a su principal socio económico. Según datos del Ministerio de Comercio, cerca del 30% de las exportaciones colombianas se dirigen al mercado estadounidense, especialmente productos agrícolas, flores, confecciones y minerales. Con esta nueva política, dichos sectores podrían enfrentar incrementos en los costos de exportación y pérdida de competitividad frente a otros mercados.

Expertos advierten que la medida podría impactar negativamente el Tratado de Promoción Comercial (TPC) entre ambos países, firmado en 2012. Aunque el acuerdo garantiza ciertos beneficios arancelarios, las declaraciones de Trump abren la posibilidad de una revisión o suspensión parcial. Analistas de política internacional sostienen que esta decisión no solo obedece a criterios económicos, sino que forma parte de una estrategia política para reforzar la imagen de Trump como defensor de la industria estadounidense de cara a las próximas elecciones.

En Colombia, sectores empresariales han expresado preocupación por las consecuencias inmediatas que esta medida pueda generar. La Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) señaló que un eventual aumento de aranceles “pondría en riesgo miles de empleos y debilitaría la confianza de los inversionistas internacionales”. Mientras tanto, el Gobierno colombiano aún no ha emitido una respuesta oficial a las declaraciones de Trump, aunque fuentes cercanas a la Cancillería indicaron que se prepara un pronunciamiento diplomático en defensa de los intereses nacionales.

Petro rechaza las acusaciones y defiende la soberanía nacional

Ante las declaraciones del mandatario estadounidense, Gustavo Petro rechazó de manera categórica las acusaciones de narcotráfico, calificándolas como “un acto de agresión política y desinformación”. En un mensaje difundido a través de sus redes sociales, el presidente colombiano aseguró que “Colombia no se someterá a chantajes ni amenazas económicas”, y reiteró que su administración ha promovido una política de paz total que busca transformar las causas estructurales del narcotráfico en el país.

Petro recordó que durante los últimos años, su gobierno ha impulsado una reforma agraria integral y programas de sustitución de cultivos ilícitos, con el apoyo de comunidades campesinas. Además, denunció que las acusaciones de Trump responden a intereses electorales y buscan deslegitimar los esfuerzos de Colombia por construir una política antidrogas basada en los derechos humanos.

Desde el Congreso colombiano, diversas bancadas políticas manifestaron su respaldo al presidente Petro, afirmando que las declaraciones de Trump constituyen una “intromisión inaceptable” en los asuntos internos del país. Sin embargo, algunos sectores de la oposición insistieron en la necesidad de revisar los resultados de la política de sustitución de cultivos y fortalecer la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico.

¿Qué implicaciones tiene esta medida para Colombia y la región?

El anuncio de nuevos aranceles a Colombia no solo podría debilitar el intercambio comercial entre ambos países, sino también alterar el equilibrio político en América Latina. La medida llega en un contexto de reconfiguración de las relaciones internacionales impulsada por el retorno de Trump a la Casa Blanca, quien ha endurecido su postura frente a gobiernos progresistas de la región, como los de México, Brasil y Colombia.

De aplicarse los aranceles, Colombia podría buscar nuevos mercados en Europa o Asia, aunque los expertos advierten que esa transición tomaría tiempo y requeriría ajustes estructurales en el modelo exportador. Por otro lado, Estados Unidos también podría enfrentar consecuencias, especialmente en sectores como el agrícola y el energético, donde las importaciones colombianas cumplen un papel relevante.

El futuro de las relaciones diplomáticas entre ambos países dependerá de las respuestas que adopten los gobiernos en los próximos días. Mientras Trump insiste en vincular a Petro con el narcotráfico, el mandatario colombiano se aferra a su política de soberanía e independencia económica, una posición que podría redefinir la política exterior de Colombia en los próximos años.

¿Logrará Colombia resistir la presión de Washington sin afectar su economía interna? La respuesta dependerá de la capacidad del gobierno de Petro para equilibrar sus principios ideológicos con la necesidad de mantener la estabilidad comercial del país.

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