Daniel Noboa ha logrado la reelección presidencial en Ecuador con el 56,13 % de los votos, frente al 43,87 % de la candidata correísta Luisa González, con más del 75 % de las actas ya escrutadas, según cifras oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE). Este triunfo no solo le asegura un nuevo mandato, sino que también agudiza el clima de polarización política en el país andino.

Ya hemos hablado antes de cómo Ecuador se encuentra sumido en una grave crisis de seguridad y en un proceso de transformación institucional. Con esta reelección, Noboa promete profundizar su agenda política, mientras enfrenta graves denuncias de fraude electoral por parte de la oposición.

Noboa consolida su liderazgo desde Olón

El líder de Acción Democrática Nacional (ADN), Daniel Noboa, siguió el desarrollo del conteo de votos desde su residencia en la comuna costera de Olón, en Santa Elena. Allí votó temprano en compañía de su familia, y desde allí ha celebrado su ventaja de aproximadamente un millón de votos frente a su principal contrincante, Luisa González, representante de la Revolución Ciudadana liderada por el expresidente Rafael Correa.

Más de 13,7 millones de ecuatorianos estaban llamados a votar este domingo 13 de abril, y la participación fue notable: el 83,7 % de los votantes habilitados acudió a las urnas. Los comicios se llevaron a cabo bajo un fuerte dispositivo de seguridad, con cerca de 100.000 efectivos entre policías y militares, desplegados en los recintos electorales.

Esta fue una elección crucial para decidir si el país apostaba por un segundo periodo de Noboa o si volvía a girar hacia el correísmo con la elección de González, quien habría sido la primera mujer presidenta en la historia ecuatoriana.

Un país en emergencia: “conflicto armado interno” y reformas en puerta

Ecuador se encuentra desde principios de 2024 en un estado de “conflicto armado interno”, decretado por el propio Noboa para enfrentar al crimen organizado. La violencia ha crecido exponencialmente, y el país se ha convertido en uno de los más peligrosos de Latinoamérica con un promedio de un asesinato por hora en lo que va de 2025.

En este contexto, el presidente reelecto ha sido tajante: de ganar, impulsaría una Asamblea Constituyente para reemplazar la actual Constitución, aprobada durante el mandato de Correa en 2008. El objetivo, ha dicho, es endurecer la lucha contra el crimen y aplicar reformas económicas orientadas a la liberalización del mercado.

Este anuncio se ha convertido en uno de los pilares de su propuesta política, y también en un foco de controversia. Diversos sectores sociales y académicos han advertido sobre los riesgos de modificar la Carta Magna en medio de una crisis de violencia y con un Ejecutivo fortalecido.

¿Hubo fraude? La oposición pone en duda los resultados

Desde la sede de la Revolución Ciudadana en Quito, Luisa González ha rechazado los resultados preliminares y ha exigido una investigación “inmediata e independiente” por las supuestas irregularidades que, según su movimiento, habrían favorecido a Noboa de forma ilícita.

En un comunicado, su partido denunció una “reducción inexplicable y selectiva de votos” en contra de su candidatura y un incremento “estadísticamente imposible” en los votos obtenidos por Noboa en múltiples recintos. También alegan que el uso de teléfonos móviles fue restringido ilegalmente durante la jornada electoral, impidiendo documentar los hechos, bajo amenaza de multas de hasta 30.000 dólares.

A esto se suman denuncias de «apagones sospechosos», “fallas técnicas” repetidas y cierres anticipados de centros de votación. Desde el CNE, afirman que los resultados preliminares se difundieron con base en el 75 % de actas verificadas y de manera transparente. Sin embargo, para los simpatizantes de González, esta información fue difundida prematuramente, “manipulando la percepción ciudadana”.

En otro punto clave, el partido opositor aseguró que los resultados oficiales contradicen al menos diez encuestas independientes y que cuentan con “evidencia científica concluyente” que demostraría la imposibilidad matemática del triunfo de Noboa con esos márgenes.

¿Una nueva Constitución o una nueva crisis institucional?

Los resultados preliminares han despertado más dudas que certezas. Con un país dividido, y en un clima de tensión creciente, muchos se preguntan si la propuesta de convocar a una Asamblea Constituyente logrará estabilidad o, por el contrario, sumirá al país en un nuevo episodio de incertidumbre institucional.

La pregunta sigue abierta: ¿será este triunfo el inicio de un nuevo capítulo democrático o el preludio de una confrontación prolongada entre el oficialismo y el correísmo? En medio de las denuncias, los apagones, las reformas prometidas y un país urgido de seguridad, la presidencia de Noboa inicia bajo la sombra de la sospecha y el desafío de gobernar una nación dividida.

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