La revelación de los mensajes de WhatsApp entre altos funcionarios del Gobierno Petro ha dejado al descubierto un fuerte enfrentamiento entre el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, y el ministro Armando Benedetti. Según lo divulgado por La W Radio, las discusiones reflejan divisiones internas que podrían afectar la gestión del Ejecutivo, especialmente en torno al debate sobre el proyecto de paz total.
Los intercambios, a los que accedió la emisora, muestran un tono de recriminación y acusaciones directas, lo que evidencia un clima de tensión dentro del gabinete. El detonante habría sido la molestia de Montealegre frente a la postura de algunos ministros que no renunciaron a sus visas estadounidenses, en contraste con la decisión adoptada por el presidente Gustavo Petro.
Montealegre acusa de “tibieza” a ministros y apunta contra Benedetti
De acuerdo con la información de La W Radio, el ministro Eduardo Montealegre expresó su inconformidad por lo que consideró un acto de “tibieza” por parte de quienes no siguieron la línea del mandatario respecto a las visas. En sus mensajes, dirigió críticas particularmente contra Armando Benedetti, a quien señaló de actuar con poco compromiso frente a las prioridades del Gobierno.
Las tensiones escalaron cuando Angie Rodríguez, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, respaldó públicamente a Benedetti en el mismo grupo de chat. Esta posición acentuó la molestia de Montealegre y abrió paso a una serie de reproches más intensos.
El punto más álgido se produjo al abordar el proyecto de paz total. Montealegre advirtió que la oposición buscaba retrasar la discusión en la Cámara de Representantes y acusó a Benedetti de haber perdido interés en el trámite legislativo. En uno de los mensajes, escribió: “El Titanic de la paz se hundirá”, responsabilizando a Benedetti de no aportar al trabajo colectivo.
Señalamientos personales y acusaciones de filtraciones
El tono de la discusión fue más allá del plano político. En sus mensajes, Montealegre calificó a Benedetti como un funcionario preocupado únicamente por la exposición mediática, llamándolo “fantoche” y cuestionando su lealtad al presidente. Incluso pidió su salida inmediata del gabinete, alegando que “este ministerio le quedó grande”.
Benedetti no tardó en responder. Con un mensaje directo en el mismo grupo, aseguró: “No le he hecho nada malo para que hable así de mí. ¡Déjeme quieto! ¡Y bonita forma de pedir ayuda!”. Luego añadió que no leería más el chat, marcando distancia con la confrontación.
La polémica se profundizó cuando Montealegre acusó a Benedetti de tener un “modus operandi” basado en filtrar información a los medios. Recordó el episodio de una grabación privada con Laura Sarabia que, según él, terminó publicada en Semana y provocó una de las mayores crisis políticas recientes del Gobierno. “Tras de ladrón, bufón. ¡Qué peligro!”, escribió Montealegre.
¿Ruptura irreversible dentro del gabinete Petro?
El enfrentamiento no se limitó a insultos o descalificaciones. Montealegre cerró la discusión con una acusación directa, afirmando que Benedetti terminaría afrontando la justicia por presuntos hechos de corrupción. Según lo divulgado, el ministro expresó: “Vamos a ver qué tan ‘gallito de pelea’ es Benedetti cuando la Corte Suprema de Justicia lo meta muy pronto a la cárcel”.
Tras la publicación de los mensajes, La W Radio intentó obtener declaraciones de los dos ministros implicados, pero ninguno accedió a dar entrevistas. Montealegre se limitó a remitir el enlace de una columna publicada en 2023 en la revista Raya, titulada “Un tigre anda suelto”, en la que ya se refería en términos críticos a Benedetti.
Este cruce de acusaciones expone las fracturas dentro del Gobierno Petro en un momento clave, cuando se discute la viabilidad del proyecto de paz total y se requiere cohesión en el gabinete. Las tensiones no solo reflejan diferencias de criterio, sino un enfrentamiento personal que amenaza con trasladarse al escenario público y afectar la credibilidad del Ejecutivo.
En medio de este panorama, queda abierta la pregunta sobre si el presidente Petro intervendrá para recomponer la unidad en su equipo o si las disputas internas terminarán debilitando las banderas de transformación política y social que ha defendido desde el inicio de su mandato.