El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ha generado una gran controversia tras la presentación de su Plan para la Prevención, Control y Manejo de la especie Exótica Invasora Hipopótamo. Este plan incluye la eutanasia asistida de algunos hipopótamos que habitan en Colombia, descendientes de los animales que Pablo Escobar llevó a la Hacienda Nápoles hace décadas. Este proyecto ha provocado una fuerte reacción de los defensores de los animales, quienes argumentan que esta medida es inhumana y han propuesto alternativas como la esterilización y la creación de santuarios.
Santiago Lozano Escobar, un destacado activista animal, expresó su indignación en redes sociales, criticando duramente a los biólogos que apoyan la medida. Además, Tania Galindo, representante de la Comisión Protectora de la Vida de los Hipopótamos, calificó el plan del gobierno como una «total masacre». Galindo argumenta que la comunidad ha aprendido a convivir con estos animales y propone la esterilización y el traslado de algunos ejemplares como soluciones más humanas. Los defensores de los hipopótamos están trabajando con abogados para detener la implementación de este plan.
Por otro lado, los científicos defienden la eutanasia de los hipopótamos como una medida necesaria para mitigar el impacto ambiental negativo que estos animales han causado en el ecosistema local. Un estudio publicado en 2021 concluyó que la población de hipopótamos, si no se controla, podría crecer exponencialmente, empeorando la situación. Nataly Castelblanco, coautora del estudio, señaló que la única solución viable a largo plazo es reducir la población actual para evitar futuros problemas ambientales graves.
El gobierno intentó previamente la esterilización, pero este método ha resultado costoso y lento, con solo seis hipopótamos esterilizados de los veinte planificados. Asimismo, la opción de trasladarlos a otros países no ha progresado significativamente debido a complicaciones logísticas y burocráticas. Mientras tanto, los hipopótamos continúan siendo una especie invasora que pone en riesgo a otras especies y a los ecosistemas locales. Las autoridades y los defensores de los animales siguen en desacuerdo sobre la mejor forma de manejar esta problemática, buscando un equilibrio entre la protección del medio ambiente y el bienestar animal.
