Colombia dio un paso decisivo en su estrategia de comercio exterior al adherirse formalmente a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, también conocida como la Ruta de la Seda. Este acuerdo fue oficializado mediante la firma de un plan de cooperación entre el presidente Gustavo Petro y el gobierno del mandatario chino Xi Jinping, marcando un nuevo capítulo en la diplomacia económica del país suramericano.
El convenio busca impulsar la inversión, la cooperación tecnológica y el desarrollo sostenible, en el marco de una Asociación Estratégica que permitirá fortalecer los lazos bilaterales y abrir nuevas puertas a los productores nacionales.
Reducción del déficit comercial con China
Uno de los objetivos clave de la incorporación de Colombia a la Ruta de la Seda es reducir el déficit comercial anual de 14.000 millones de dólares que actualmente mantiene con China. El presidente Petro ha manifestado que este acuerdo facilitará un aumento en las compras de bienes y servicios colombianos por parte del gigante asiático, hecho que fue respaldado públicamente por Xi Jinping.
Este nuevo entendimiento también contempla proyectos conjuntos en sectores estratégicos como infraestructura férrea, energías renovables, agroindustria, salud, inteligencia artificial y movilidad, todos enfocados hacia una transición energética justa y un modelo de desarrollo más equitativo para Colombia.
Cooperación sin afectar la relación con Estados Unidos
Desde el Gobierno Nacional se ha enfatizado que este acercamiento a China no implica un deterioro de las relaciones con Estados Unidos, primer socio comercial de Colombia. El presidente Petro expresó su esperanza de que Washington continúe considerando a Colombia un socio “de tú a tú”.
Sin embargo, algunos analistas y entidades como la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia) han advertido sobre posibles repercusiones por parte de Estados Unidos, en un contexto geopolítico donde la rivalidad entre ambos países es cada vez más visible.
China: segundo socio comercial de Colombia
Actualmente, China ocupa el segundo lugar en la lista de socios comerciales de Colombia, después de Estados Unidos. El intercambio comercial entre ambas naciones superó los 18.000 millones de dólares en 2024, y entre 2000 y 2023, la inversión extranjera directa china en Colombia ascendió a más de 800 millones de dólares, según cifras de Forbes.
La firma de este acuerdo también incluye una línea de crédito de 5.200 millones de dólares, así como acceso a cooperación no reembolsable y financiación en condiciones concesionadas, herramientas clave para fomentar el desarrollo de proyectos de alto impacto en regiones tradicionalmente marginadas.
Beneficios concretos para el sector productivo
La Cancillería colombiana destacó que ya se han logrado avances tangibles como la admisibilidad de productos agrícolas como el banano y el limón, además de acuerdos comerciales en sectores de innovación e industria. Se espera que productos clave como el café y el aguacate colombiano accedan a reducciones arancelarias en el mercado chino.
Estos beneficios se traducen en mayores oportunidades de exportación para los productores colombianos y en una diversificación de la oferta nacional en mercados internacionales, alineada con la estrategia de reindustrialización y seguridad alimentaria promovida por el Gobierno.
¿Qué es la Ruta de la Seda?
La Iniciativa de la Franja y la Ruta es considerada la mayor estrategia de política exterior del gobierno chino en el siglo XXI. Inspirada en las antiguas rutas comerciales terrestres y marítimas de hace más de dos mil años, la versión moderna fue lanzada en 2013 por el presidente Xi Jinping.
A diferencia de agrupaciones multilaterales como el G20 o los BRICS, la Ruta de la Seda es un acuerdo bilateral exclusivo con China, diseñado para fortalecer las exportaciones del país asiático y facilitar inversiones en infraestructura global. Para Colombia, este convenio significa acceso preferencial a financiamiento, tecnología y mercados, sin comprometer su soberanía nacional.
Perspectivas estratégicas
Con esta decisión, Colombia se posiciona como un actor relevante en la red de alianzas internacionales de China, abriendo la puerta a una mayor integración comercial, el fortalecimiento de su infraestructura y la dinamización de sectores estratégicos como la agricultura, energía y tecnología.
El enfoque del Gobierno apunta a aprovechar al máximo esta nueva alianza sin descuidar sus relaciones históricas con otros socios, marcando así una política exterior más multipolar y pragmática.