Colombia asumió un papel protagónico al liderar en Panamá la primera reunión del Órgano Mundial para Pueblos Indígenas y Comunidades Locales (IPLCF), creado durante la COP16 de biodiversidad celebrada en Cali. El encuentro marca un paso histórico en la gobernanza ambiental global, al dar voz directa a las comunidades que protegen los ecosistemas más vulnerables del planeta.

Un espacio de representación global

El organismo, impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), busca fortalecer la participación de los pueblos indígenas en la toma de decisiones internacionales sobre biodiversidad y cambio climático. Durante el evento en Panamá, representantes de más de 50 países discutieron estrategias para la conservación y el manejo sostenible de los recursos naturales.

La delegación colombiana, encabezada por el Ministerio de Ambiente y el Instituto Humboldt, destacó la importancia de reconocer el conocimiento ancestral como herramienta esencial para enfrentar la crisis climática. “Colombia ha demostrado que los pueblos indígenas son aliados fundamentales en la protección de la biodiversidad”, señaló una vocera del ministerio.

Aportes de Colombia a la agenda global

En la reunión, Colombia presentó los avances logrados tras la COP16, incluyendo la creación de redes de cooperación entre comunidades locales de la Amazonia, el Pacífico y la Sierra Nevada de Santa Marta. Estos proyectos buscan promover el intercambio de saberes tradicionales y fortalecer la gestión ambiental desde los territorios.

Además, el país propuso la implementación de un fondo internacional que financie iniciativas lideradas por comunidades indígenas, con el objetivo de garantizar su autonomía y participación efectiva en las políticas ambientales. La propuesta fue bien recibida por las delegaciones de América Latina, África y Oceanía.

Un paso hacia la justicia climática

La creación del IPLCF representa un avance hacia la justicia climática, al reconocer el rol de las comunidades locales en la mitigación del cambio climático. Los representantes coincidieron en que la protección de los territorios indígenas no solo salvaguarda culturas milenarias, sino también ecosistemas clave para la regulación del clima.

El liderazgo de Colombia en este proceso refuerza su compromiso con la diplomacia ambiental y la defensa de los derechos de los pueblos originarios. Con esta primera reunión, el país consolida su posición como referente regional en la construcción de políticas globales para la conservación de la biodiversidad.

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