La Fiscalía General de la Nación confirmó que la Interpol expidió una circular roja contra Carlos Ramón González, exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) y señalado como el principal cerebro detrás del escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). González habría salido del país con rumbo a Nicaragua, lo que complica aún más su situación judicial y la del entramado de irregularidades que rodea este caso. La decisión responde a la gravedad de los hechos que se investigan y al riesgo de fuga ya materializado, por lo que la justicia colombiana busca el respaldo de la comunidad internacional para su captura.

El desfalco en la UNGRD y su alcance político

La trama de corrupción en la UNGRD se ha convertido en uno de los mayores escándalos de la administración pública en los últimos años. Según las investigaciones, González habría orquestado un esquema de desvío de recursos destinados a la atención de emergencias y desastres naturales. Estos fondos, que deberían servir para mitigar el impacto en comunidades vulnerables, habrían terminado en contratos irregulares y pagos injustificados. La Fiscalía lo señala como pieza clave en el entramado, en el que también aparecen otros funcionarios y contratistas vinculados al presunto saqueo del erario. El caso ha tenido repercusiones directas en el ámbito político, ya que González ocupó un cargo estratégico como director del Dapre, lo que le permitía acceso privilegiado a la toma de decisiones en el Palacio de Nariño. Su rol habría facilitado el desvío de millonarios recursos públicos, generando un fuerte golpe a la confianza ciudadana en las instituciones del Estado.

La fuga a Nicaragua y el reto diplomático

Tras conocerse la investigación en su contra, González abandonó Colombia y se habría refugiado en Nicaragua, país que en los últimos años ha ofrecido protección a políticos y empresarios cuestionados en sus países de origen. La expedición de la circular roja de Interpol es un paso crucial para solicitar su captura internacional, aunque expertos en relaciones exteriores advierten que el proceso podría ser complejo debido a las tensiones diplomáticas entre Bogotá y Managua. La medida implica que González es buscado en más de 190 países, pero la efectividad de su captura dependerá de la cooperación que Nicaragua esté dispuesta a brindar. El caso no solo se limita a lo penal, sino que también pone a prueba la política exterior de Colombia, ya que podría abrir un nuevo frente de fricción con el gobierno de Daniel Ortega.

¿Qué significa la circular roja de Interpol?

La circular roja es una herramienta utilizada por la Interpol para alertar a los cuerpos de seguridad de sus países miembros sobre la búsqueda y captura de una persona. No equivale a una orden de detención internacional automática, pero sí constituye un respaldo fundamental para que cada país valore su ejecución en su territorio. En el caso de González, la medida refuerza la solicitud de captura con fines de extradición, aunque el proceso final estará sujeto a los acuerdos bilaterales entre Colombia y Nicaragua. Para la Fiscalía, se trata de un paso indispensable para evitar que el exfuncionario eluda la justicia y para garantizar que responda por los delitos de los que se le acusa. La decisión también manda un mensaje de firmeza frente a la corrupción estatal, un tema que ha generado indignación social y presión política para que las investigaciones avancen sin dilaciones.

¿Podrá Colombia lograr la extradición de González?

El futuro judicial de Carlos Ramón González dependerá de la voluntad política y diplomática entre los gobiernos de Colombia y Nicaragua. Aunque la circular roja le impide movilizarse libremente en gran parte del mundo, su permanencia en Managua representa un desafío para las autoridades nacionales. La Fiscalía confía en que el proceso culmine con su extradición, pero existen dudas sobre la disposición del régimen nicaragüense a colaborar en este caso. Mientras tanto, en Colombia, la investigación sobre la corrupción en la UNGRD continúa avanzando con el fin de identificar y judicializar a todos los responsables del desfalco. La gran pregunta que queda en el aire es si la presión internacional y la indignación ciudadana serán suficientes para que González enfrente la justicia en su país.

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