La COP16, uno de los eventos más importantes de las Naciones Unidas para la biodiversidad, trajo a Cali a más de 23.000 asistentes, entre ellos altos delegados, ministros de medio ambiente y periodistas de todo el mundo. Sin embargo, la capacidad hotelera de la ciudad quedó rebasada por completo, lo que ha llevado a miles de visitantes a buscar alternativas de alojamiento poco convencionales: los moteles, lugares que normalmente se asocian con estadías cortas y un enfoque de intimidad, han sido adaptados para recibir a los visitantes de la cumbre.

Esta peculiar situación ha captado la atención internacional y refleja cómo Cali, conocida como la «capital de la salsa», se adapta para responder a las necesidades de la COP16, el evento más grande de su tipo en la historia reciente de la ciudad.

Colapso en la capacidad hotelera de Cali

La cumbre comenzó con una proyección de asistencia de entre 12.000 y 15.000 personas, pero la cifra final superó las expectativas, alcanzando los 23.000 visitantes. Desde delegaciones oficiales de todo el mundo hasta altos cargos ambientales y cientos de periodistas acreditados, todos compiten por el escaso alojamiento disponible en Cali. El mismo alcalde de la ciudad, Alejandro Eder, confirmó que los hoteles de la ciudad están ocupados al 100%, situación que obligó a varios delegados, incluidos representantes de Uganda, Nepal, Brasil y Ecuador, a hospedarse en moteles que, aunque poco convencionales, han adaptado sus servicios para cubrir esta demanda.

Uno de los delegados afectados, Robert Baluku de Uganda, se vio forzado a alojarse en uno de estos moteles tras la cancelación inesperada de su reserva original. Baluku y su equipo encontraron en el Motel de los Deseos, una alternativa temporal, aunque con ajustes necesarios, ya que estos moteles generalmente no están diseñados para estancias prolongadas o para las necesidades de personal diplomático.

Los moteles de Cali como solución de emergencia

La entrada de los moteles como opción de alojamiento ha sido posible gracias a la flexibilidad de estos establecimientos, que, a pesar de su reputación, han buscado satisfacer las necesidades de los delegados internacionales de la COP16. La gerente del Motel Deseos, Diana Echeverry, explicó cómo el establecimiento ha modificado sus servicios para adaptarse a esta clientela atípica, incluyendo desayunos completos, servicio de alimentos y una mayor privacidad.

En condiciones normales, los moteles en Cali ofrecen habitaciones por horas y operan bajo un sistema de autoservicio, donde los huéspedes eligen la habitación a través de fotografías en un menú, pagan en un aparcamiento privado y entran directamente a su habitación. Sin embargo, debido a la presencia de delegados internacionales, el Motel Deseos implementó una tarifa especial de $152.068 COP por noche, además de servicios de desayuno que incluyen jugo de naranja, café, frutas y pan colombiano.

La gerente del motel relató cómo estos servicios son gestionados para que los diplomáticos reciban sus pedidos sin contacto directo, algo que garantiza la privacidad y discreción que buscan. Sin embargo, las habitaciones aún conservan elementos propios de los moteles, como jacuzzis y barras de baile, lo que algunos huéspedes consideran incómodo. «Cada mañana, los delegados nos piden cómo quieren sus huevos» comentó Echeverry, resaltando las adaptaciones para atender a este tipo de cliente, aunque reconoce que no han podido ajustar todos los espacios.

La adaptación de Cali para recibir a la COP16

Este evento ha representado un importante movimiento económico para la ciudad y el país. El Ministerio de Ambiente estima que la COP16 generará más de 5.200 empleos, y se proyecta un impacto económico de aproximadamente $122.400 millones de pesos. Sectores como el turismo y la hotelería son los principales beneficiados, aunque la falta de infraestructura hotelera revela la necesidad de fortalecer este aspecto en ciudades que aspiran a albergar eventos internacionales de gran escala.

No obstante, los moteles como Deseos se han adaptado rápidamente para cubrir esta carencia, aportando una solución que, aunque temporal, ha permitido que los asistentes de la COP16 cuenten con un lugar donde alojarse. Robert Baluku y otros delegados han manifestado que, si bien la experiencia no es la ideal, estos establecimientos han mostrado disposición y creatividad para resolver una crisis de hospedaje que habría sido un obstáculo importante para el desarrollo del evento.

Algunos moteles incluso han ubicado a los delegados en áreas específicas para mitigar el impacto del ruido, que es común en estos espacios. Como explicó la gerente Echeverry, las habitaciones de los delegados están en un pasillo específico para evitar que los sonidos habituales interfieran en su descanso.

Una experiencia peculiar que destaca las oportunidades de Cali

La situación que se vive en la COP16 en Cali destaca tanto las limitaciones como las oportunidades de la ciudad para posicionarse en el ámbito de eventos internacionales. La adaptación de los moteles, aunque imprevista, ha mostrado la capacidad de respuesta ante el colapso hotelero, convirtiéndose en una solución que algunos han aceptado con humor y resignación. Para Baluku y otros delegados, esta experiencia refleja las sorpresas que pueden surgir en un mundo cada vez más interconectado, en el cual las ciudades deben estar listas para enfrentar el dinamismo y la variabilidad de eventos masivos.

Con la COP16 generando un gran impacto en la economía local, la situación evidencia la urgencia de que Cali y otras ciudades colombianas amplíen y modernicen su infraestructura hotelera para aprovechar plenamente estas oportunidades, evitando futuros contratiempos en eventos de esta magnitud.


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