Una nueva crisis política sacude al gobierno del presidente Gustavo Petro tras las recientes declaraciones de la exministra de Justicia, Ángela María Buitrago, quien presentó su renuncia irrevocable y denunció presuntos intentos de injerencia en la gestión de su cartera.
El escándalo tomó fuerza luego de que El Reporte Coronell revelara en la emisora La W el contenido de la carta de dimisión, donde Buitrago advierte que, en las últimas semanas, se habrían producido presiones externas que comprometían la autonomía del Ministerio de Justicia.
Exministra denuncia presiones para modificar su equipo de trabajo
En su carta, la exministra detalla que recibió llamadas del ministro del Interior, Armando Benedetti, y de Angie Rodríguez, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), con solicitudes explícitas para hacer cambios en su equipo de trabajo.
Según Buitrago, ambas personas le pidieron retirar funcionarios de su confianza y nombrar nuevos integrantes, supuestamente por órdenes del presidente Petro. No obstante, la exministra afirma que nunca recibió una instrucción directa del mandatario para realizar dichos cambios.
“Yo le decía a Angie, con todo respeto: ‘Las órdenes las recibo del presidente’. Obviamente, él nunca me dijo que sacara o metiera a alguien”, declaró en entrevista con La W.
Benedetti responde y anuncia acciones legales
La reacción del ministro del Interior no se hizo esperar. A través de su cuenta oficial de X (antes Twitter), Benedetti expresó su molestia por las declaraciones de Buitrago y anunció que procederá judicialmente.
“Ya estoy cansado. Acabo de dar poder para demandar a la exministra de Justicia por injuria y calumnia”, escribió el funcionario.
El anuncio de Benedetti implica que el conflicto no solo es político, sino que ahora tomará un camino judicial, generando nuevas tensiones dentro del equipo de gobierno del presidente Petro.
Frustrados intentos de comunicación con el presidente
En la entrevista, Buitrago también reveló que, a pesar de sus esfuerzos, no logró comunicarse directamente con el presidente Petro para abordar el tema. Dijo haber solicitado hasta cuatro reuniones que nunca se concretaron.
“No he hablado con él de esta renuncia, pero el año pasado tuve varias reuniones con él. Después de febrero ya no, fue muy esporádico”, aseguró.
Hasta febrero de 2025, según Buitrago, era posible hablar con el presidente durante los consejos de ministros o a través de gestiones con Laura Sarabia. Pero esa dinámica habría cambiado drásticamente en los últimos meses.
Decisión tomada desde abril y ambiente de incomodidad
Aunque Buitrago afirmó estar “muy feliz con su trabajo”, reconoció que la situación se volvió insostenible debido a la intromisión de intermediarios. Aseguró que la carta de renuncia comenzó a redactarse desde abril.
“Se vuelve muy molesto que haya intermediarios que nunca hubo y que, sobre esa base, se saque a gente que está haciendo bien su trabajo”, enfatizó.
La exministra aclaró que las llamadas con solicitudes de cambio en su cartera nunca provinieron de un general, desmintiendo versiones que apuntaban a sectores militares como posibles responsables.
Contexto y consecuencias para el Gobierno Petro
Este episodio se suma a una serie de controversias internas que han afectado la imagen de transparencia y autonomía dentro del Ejecutivo. La salida de Buitrago, reconocida por su trayectoria jurídica, representa un golpe sensible para la estructura del Ministerio de Justicia y plantea preguntas sobre los métodos de coordinación y liderazgo al interior del gabinete presidencial.
El enfrentamiento público entre dos altos funcionarios refleja una falta de cohesión interna en el gobierno Petro, justo en un momento en que se busca afianzar políticas clave de justicia y gobernabilidad.