Las autoridades en Nueva Jersey han lanzado una advertencia firme a los ciudadanos para que no intenten neutralizar drones sospechosos por su cuenta. Esta alerta surge luego de un incremento en los avistamientos que ha generado preocupación y confusión entre la población y los líderes locales. El FBI y la Policía Estatal de Nueva Jersey recalcaron que disparar o interferir con estas aeronaves no tripuladas no solo es ilegal, sino que representa un riesgo considerable.
“Estamos preocupados de que las personas tomen medidas por su cuenta y disparen a aeronaves. Este acto, además de ser ilegal, representa un peligro increíble para los pilotos y pasajeros de esas aeronaves”, advirtió Nelson Delgado, agente especial interino a cargo del FBI en Newark, en declaraciones para ABC News.
Ante la creciente preocupación, tanto el FBI como el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) han desplegado tecnología avanzada, incluyendo cámaras infrarrojas y sistemas de detección de drones, para investigar los avistamientos reportados en Nueva Jersey y Nueva York. Sin embargo, la investigación enfrenta un desafío adicional: la sobrecarga de información, donde muchos reportes resultan ser erróneos o repetidos.
Autoridades locales cuestionan las respuestas oficiales
Pese a las afirmaciones de las autoridades federales que buscan minimizar el problema, líderes locales como Matthew Murello, alcalde de Washington Township, han manifestado su frustración públicamente. Durante una entrevista en Good Morning America, Murello señaló que si bien los drones tienen usos positivos, también pueden representar riesgos reales si se utilizan con intenciones maliciosas.
“Sabemos que los drones pueden ser utilizados de manera agresiva. Pueden transportar cargas útiles y realizar acciones peligrosas”, afirmó el alcalde, quien también cuestionó las explicaciones de las agencias federales, considerándolas insuficientes para calmar la incertidumbre de los residentes.
El problema se agrava debido a la falta de claridad sobre el origen de algunos de estos drones. Murello mencionó que existen aparatos que operan sin emitir frecuencias de radio ni usar transpondedores, un requisito legal para vuelos nocturnos. Además, afirmó haber presenciado personalmente drones de rotores múltiples sobrevolando zonas rurales, lo que contradice la versión oficial de que la mayoría de los avistamientos corresponden a aeronaves tripuladas.
“Tenemos la tecnología para derribarlos y determinar su origen, pero no tenemos permiso para actuar. Esta inacción es absurda”, insistió el alcalde.
Seguridad aérea y cierres de aeropuertos
La creciente presencia de drones no solo ha generado incertidumbre entre los ciudadanos, sino que ha comenzado a afectar la seguridad aérea. Un ejemplo claro ocurrió recientemente en el Aeropuerto Internacional Stewart, en Nueva York, donde la actividad de drones obligó a cerrar temporalmente las pistas de aterrizaje, según informó NBC News.
Otro incidente significativo tuvo lugar en la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson, en Ohio, donde el espacio aéreo fue cerrado durante cuatro horas debido a incursiones no autorizadas de drones. Aunque las autoridades aseguraron que no hubo interrupciones graves en las operaciones, estos episodios han encendido las alarmas sobre la posibilidad de amenazas más serias.
A pesar de esto, el Pentágono ha insistido en que la mayoría de los drones detectados cerca de instalaciones militares no representan una amenaza real. “En su mayoría no representan una amenaza física ni afectan las operaciones”, declaró Pat Ryder, secretario de prensa del Pentágono.
Senadores exigen respuestas claras sobre los drones sospechosos
La falta de respuestas concretas ha movilizado a líderes políticos en la región. Senadores como Chuck Schumer y Kirsten Gillibrand, de Nueva York, junto con Cory Booker y Andy Kim, de Nueva Jersey, han solicitado reuniones urgentes con el FBI, la Administración Federal de Aviación (FAA) y el DHS para analizar los incidentes relacionados con drones.
Mientras las investigaciones continúan, se estima que el FBI ha recibido cerca de 5.000 denuncias sobre avistamientos de drones en la región. De estas, menos de 100 han sido catalogadas como pistas creíbles que justifican un seguimiento más profundo. No obstante, la incertidumbre persiste, y los residentes, junto con sus líderes locales, demandan acciones más contundentes.
El debate sobre los drones sospechosos deja abiertas muchas preguntas: ¿son realmente inofensivos como afirman las autoridades federales o existe un riesgo oculto que aún no ha sido identificado? La falta de claridad solo intensifica la preocupación en una región que ahora vigila el cielo con desconfianza.