Un nuevo hecho de violencia sacudió la zona rural de Cúcuta luego de que un ataque armado contra la subestación de Policía de Aguaclara dejara como saldo el fallecimiento del patrullero Luis Montero Angarita y heridas de gravedad al patrullero Jesús Meneses Rodríguez. De acuerdo con la información preliminar, los uniformados fueron sorprendidos mientras permanecían en la entrada de las instalaciones, sin posibilidad de reacción frente a la agresión.

Los primeros reportes indican que un hombre que se movilizaba en motocicleta llegó hasta el lugar y abrió fuego de manera repentina, empleando lo que las autoridades describieron como una modalidad de ráfaga. El ataque tomó por sorpresa a los dos policías, quienes se encontraban cumpliendo labores de vigilancia en la zona, considerada de difícil acceso por las condiciones del terreno y la presencia de grupos armados.

Detalles del ataque armado en la subestación de Aguaclara

El agresor, según los datos iniciales, se acercó en motocicleta hasta el punto donde los uniformados estaban ubicados y disparó en repetidas ocasiones antes de huir rápidamente del sitio. El patrullero Luis Montero Angarita murió en el lugar de los hechos debido a la gravedad de las heridas, mientras que Jesús Meneses Rodríguez fue trasladado de inmediato a un centro asistencial, donde recibe atención médica especializada.

La forma en que ocurrió el ataque dejó claro que los uniformados no tuvieron margen para reaccionar. La modalidad en ráfaga utilizada por el agresor generó un alto nivel de letalidad y privó a los policías de cualquier oportunidad de defensa. Esto, sumado a las condiciones geográficas del sector, incrementó la complejidad de la respuesta inicial por parte de las autoridades locales.

Las unidades judiciales no han podido desplazarse todavía al lugar debido a la dificultad del acceso en la zona. La combinación de factores como vías en mal estado, extensiones rurales aisladas y posibles riesgos de seguridad ha retrasado la llegada del equipo encargado de adelantar los actos urgentes, lo que prolonga la intervención forense y la recolección de pruebas en el área afectada.

Despliegue de la Policía Metropolitana de Cúcuta

Desde el Comando de la Policía Metropolitana de Cúcuta, se adelantan coordinaciones para asegurar el ingreso de las unidades judiciales y continuar con los procedimientos que exige un hecho de esta gravedad. Las autoridades trabajan para garantizar un corredor seguro que permita el ingreso del personal especializado y de los investigadores que deberán esclarecer lo ocurrido.

La prioridad del comando es lograr que las unidades encargadas de los actos urgentes ingresen a la zona sin poner en riesgo su integridad. Este proceso requiere la planificación de un operativo que tenga en cuenta los riesgos existentes en la zona rural de Aguaclara, la cual ha sido escenario de hechos violentos recurrentes y presencia de diferentes estructuras armadas.

El despliegue operacional incluirá la verificación del área, la consolidación de un perímetro de seguridad y el acompañamiento de unidades especializadas para garantizar que la investigación avance sin interrupciones. La coordinación también involucra la comunicación constante con las autoridades municipales y los organismos regionales encargados de la seguridad en esta parte del departamento.

Investigación para identificar a los responsables del ataque

Las autoridades se encuentran enfocadas en establecer quiénes serían los responsables del ataque y cuáles son las motivaciones detrás de esta acción criminal. Si bien la información preliminar indica que el agresor actuó solo al momento del ataque, no se descarta que pertenezca a una estructura mayor o que su acción haya sido coordinada por grupos que operan en la región.

La modalidad del ataque, la precisión de los disparos y el conocimiento del terreno son elementos que serán analizados por los investigadores. La zona rural de Cúcuta continúa siendo objeto de operaciones por parte de organizaciones ilegales que buscan mantener control territorial, lo que podría aportar pistas sobre los posibles autores materiales e intelectuales.

El crimen contra los dos patrulleros abre la puerta a una investigación de alto rigor, especialmente en una región donde los ataques contra la fuerza pública han sido utilizados para sendos mensajes de control o intimidación. La identificación del responsable, la trazabilidad del arma utilizada y el análisis del desplazamiento del atacante serán claves para avanzar en el esclarecimiento de los hechos.

A medida que las autoridades logren asegurar el acceso al lugar, se espera que la recopilación de evidencia permita avanzar en la reconstrucción del ataque y confirmar si la motocicleta utilizada, la ruta de escape y el tipo de munición corresponden a patrones ya identificados en la zona.

La muerte del patrullero Luis Montero Angarita y las heridas sufridas por Jesús Meneses Rodríguez generan un nuevo llamado a reforzar la seguridad en zonas rurales vulnerables, donde la presencia institucional enfrenta riesgos constantes debido a la acción de grupos armados ilegales.

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