El municipio de Valdivia, ubicado en el norte de Antioquia, fue escenario de un nuevo episodio de violencia contra la Fuerza Pública. En la madrugada del martes 11 de junio, un ataque armado en Antioquia cobró la vida de la patrullera María Alejandra Vieda Almairo, de tan solo 23 años. La uniformada fue víctima de varios impactos de fusil mientras se encontraba de turno en la estación de Policía del municipio. Aunque se activaron de inmediato los protocolos de emergencia y fue trasladada al hospital de Yarumal, los médicos confirmaron que llegó sin signos vitales.
Este crimen eleva la preocupación por la escalada de violencia en la región. Cerca del lugar donde ocurrió el atentado fue hallada una bandera alusiva al Ejército de Liberación Nacional (ELN), lo que refuerza la hipótesis de que esta guerrilla sería la responsable del ataque.
La respuesta de las autoridades ante el nuevo atentado
Según información preliminar confirmada por la Alcaldía local y organismos de seguridad, el ataque se produjo hacia la medianoche, cuando una ráfaga de fusil alteró la tranquilidad del casco urbano. En declaraciones del alcalde de Valdivia, Carlos Danober Molina, se supo que la patrullera herida fue atendida inicialmente en el hospital local y luego remitida a un centro asistencial de mayor complejidad. “Lamentablemente, llegó ya sin signos vitales”, declaró el mandatario.
Actualmente, tropas del Ejército mantienen acordonada la zona y se llevan a cabo operativos de verificación con unidades antiexplosivos, ya que se identificó un objeto sospechoso abandonado por los presuntos atacantes. El hallazgo refuerza la versión de que el hecho fue orquestado por un grupo subversivo, presuntamente el ELN, que ya había dejado su rastro en atentados anteriores en la misma región.
Un nuevo episodio en una escalada de ataques contra la Fuerza Pública
Este asesinato patrullera en Valdivia no es un hecho aislado. Se suma al reciente homicidio del capitán Juan Carlos Amaya Méndez, ocurrido apenas un día antes en zona rural del municipio de Sonsón, también en Antioquia. El oficial fue víctima de una emboscada ejecutada por un grupo armado ilegal en un predio donde se encontraban otros uniformados. El gobernador del departamento, Andrés Julián Rendón, expresó su indignación y condena por estos actos, que evidencian el recrudecimiento de la violencia contra la institucionalidad en varias subregiones antioqueñas.
Además, la semana pasada, en la misma localidad de Valdivia, una unidad del Ejército fue atacada mientras realizaba una operación de verificación en terreno. Durante el operativo, un canino de las Fuerzas Militares pisó un artefacto explosivo, lo que desencadenó una serie de ataques con cilindros bomba y ráfagas de fusil. El saldo fue de seis militares heridos, entre ellos cuatro soldados profesionales y dos suboficiales.