En el municipio de Pueblo Rico, en Risaralda, se encuentra una situación desgarradora que afecta a las comunidades indígenas de Paparidó y Marruecos. Estas comunidades se ven obligadas a enfrentar diariamente el peligro de la muerte al cruzar el río Marruecos, el cual divide sus territorios y es el único paso para llegar a Santa Cecilia y a otras 34 comunidades indígenas en Chocó y Risaralda.
La falta de un puente que permita un cruce seguro sobre el río ha cobrado la vida de muchos miembros de estas comunidades. En época de verano, las personas se ven forzadas a cruzar el río apoyándose en varas o piedras, con el agua hasta el pecho. Sin embargo, durante la temporada de lluvias, el río crecido se convierte en una corriente peligrosa que impide por completo el paso, causando tragedias irreparables.
Es común escuchar historias de niños, mujeres con bebés en brazos, adultos y personas mayores que han perdido la vida tratando de cruzar el río. En ocasiones desgarradoras, adolescentes y niños que necesitaban atención médica urgente han fallecido debido a la imposibilidad de atravesar el río debido a su crecida.
Estas son dos de muchas historias de las que no se tiene conocimiento:
El invierno pasado denunciamos cómo la corriente arrastró a un adolescente que regresaba a su comunidad, intentó cruzar el río que venía crecido y allí perdió la vida.
El año pasado en invierno, otro niño necesitaba atención médica urgente, pero el río bajaba crecido, con una corriente peligrosa y les impidió el paso, el niño murió en brazos de sus padres.
La situación se agrava para los estudiantes de estas comunidades, quienes se ven perjudicados en su educación al no poder asistir a clases durante las épocas de lluvia. Muchos se ven obligados a permanecer en las aulas, durmiendo en colchonetas y cobijas proporcionadas por la dedicada rectora de la Institución Educativa DACHI DADA KERA, Angela María Maya, quien ha luchado incansablemente por mejorar las condiciones de vida en la zona.
La falta de atención por parte de las autoridades locales y nacionales ha dejado a estas comunidades en el olvido, sin la infraestructura básica que les permita vivir de manera segura.
Vicepresidenta Francia Márquez, este es uno de los territorios que usted proclama están olvidados, siguen muriendo bebés y niños por negligencia médica o por falta de puentes, ¿también los olvidó? Ha sido llamada a actuar en este caso urgente, donde vidas siguen perdiéndose por la falta de un simple puente que garantice el paso seguro sobre el río Marruecos.
Es imperativo que se tome acción inmediata para evitar más tragedias en esta región, donde la negligencia y la falta de inversión en infraestructura básica han cobrado un costo humano demasiado alto. Las comunidades indígenas de Paparidó y Marruecos merecen vivir en condiciones dignas y seguras, sin tener que arriesgar sus vidas cada vez que necesitan cruzar el río. La construcción de un puente vehicular es una necesidad urgente que no puede ser ignorada por más tiempo.