Sigue la ciudad perdiendo las aceras para los transeúntes y en pleno centro, en la Alcaldía de Juan Pablo Gallo a raíz de nuestras denuncias, recuperaron la carrera 9a por ese sector, pero en meses fue tomado por las ventas semiestacionarias, una herencia a la que contribuyó enormemente Adriana Vallejo de la Pava, ya perdimos nuevamente las calles 16 y 17 en la carrera 9a, encima es peor el remedio que la enfermedad, pues la ciudad paga una millonada a unos controladores públicos que no tienen capacitación ni facultades para enfrentarse a vendedores ambulantes, recordemos en la fatídica Alcaldía de Enrique Vásquez cómo apuñalaron a un controlador, por eso los vemos en la Plaza de Bolívar en corrillos tomando tinto, fumando cigarrillo y chateando, total el cheque llega y no es del bolsillo del alcalde.