Lo que para el público fue una noche inolvidable de música y celebración, para J Balvin se transformó en uno de los momentos más angustiantes de su vida. El artista paisa contó que durante uno de los conciertos de su espectáculo Ciudad Primavera, realizado en Medellín, estuvo muy cerca de sufrir un infarto mientras se encontraba cantando frente a miles de personas.
El reguetonero hizo la revelación en una conversación con el creador de contenido Ibai Llanos, donde explicó que el desgaste físico y emocional del show terminó pasándole factura en plena tarima. El concierto, concebido como un homenaje a su carrera y a su ciudad natal, se extendió por cerca de siete horas, incluyó un escenario 360 y la participación de más de 25 artistas invitados, una exigencia extrema incluso para un artista acostumbrado a grandes producciones.
Según relató Balvin, mientras avanzaba el espectáculo comenzó a sentirse mal de forma repentina. “Veía todo negro”, recordó. A través del intercomunicador de su micrófono alertó a su equipo de que no estaba viendo bien, se sentía desorientado y notaba su rostro completamente frío. La señal encendió las alarmas y un médico subió de inmediato al escenario para revisarlo.
Al medirle las pulsaciones, el diagnóstico fue preocupante: cerca de 190 latidos por minuto, una cifra que lo colocaba peligrosamente cerca de un evento cardíaco grave. La tensión aumentó cuando su madre, que se encontraba entre bastidores, se acercó angustiada y le pidió que detuviera el concierto para proteger su vida. Balvin fue retirado momentáneamente del escenario para recibir atención médica de urgencia.
Como medida inmediata, el equipo médico le recomendó consumir azúcar para recuperar energía rápidamente. El cantante contó que pensó en comer varios helados por la rapidez con la que el cuerpo absorbe el azúcar, aunque solo logró ingerir tres. El alivio fue inmediato, pero vino acompañado de un fuerte bajón posterior, cuyos efectos —según confesó— aún siente en su cuerpo.
A pesar del susto, J Balvin logró retomar el show y completar la presentación, aunque el episodio marcó un antes y un después en su manera de afrontar las giras. Para su siguiente concierto en Bogotá, decidió reforzar el acompañamiento médico y ajustar su preparación física, consciente de que su salud debía estar por encima de cualquier espectáculo.
El relato dejó al descubierto el alto costo físico que pueden tener los shows de gran formato y generó preocupación entre sus seguidores, quienes destacaron la valentía del artista al hablar abiertamente de un momento tan crítico vivido en pleno escenario.

