Caos ordenado. Tal vez eso sea la vida. Poco y nada sabemos de por qué estamos vivos. Si alguien tiene la respuesta, que la deje en los comentarios. Lo cierto es que algunos parecen vivir más que otros, van más allá de la simple sobre-vivencia que aprendimos de esa bacteria que éramos todos hace 4.500 millones de años.
Hace ya algunos años inicié estos homenajes en vida hermano, en vida ([i]).. Nunca publicaré a todos los que lo merecen. Siempre me faltará alguien. Por ejemplo, aún no he escrito el homenaje a Gloria, a Adriana, a las pasionistas, a Amparo Jaramillo, a Pilar Salcedo, a Luis Enrique, a Sergio Fajardo… Hoy le rindo homenaje a Gloria Inés Acevedo
No recuerdo exactamente por qué sucedió, pero trabajé al menos un día en la construcción del centro comercial popular San Andresito. Debe haber sido hacia 1984. También recuerdo a la madre de mi amigo Luis Carlos Franco con puesto en el Parque de la Libertad. Pues bien, la gestora que llevó aquellos vendedores ocupantes del parque hacia San Andresito, con el apoyo del Alcalde Juan Guillermo Ángel Mejía, fue Gloria, entonces directora de la desaparecida Empresa de Desarrollo Urbano de Pereira EDUP.
Pero Gloria me “suena” primero asociada a una polémica por bellos libros publicados en su gerencia de Aguas y Aguas, junto a la mejor -de lejos- alcalde que hemos tenido: Martha Helena Bedoya Rendón. Con el tiempo, Gloria Inés se confunde con la memoria urbana de Pereira, ligada a proyectos y transformaciones ([ii]). La conocí personalmente, acompañada de Juan Guillermo, compartiéndonos a Rubén Darío Jaramillo (en ese entonces rector de la Universidad Católica Popular de Risaralda) y a mí, su experiencia sobre el comercio callejero en los 80; 25 años después proponían una solución simple: que cada comerciante formal administrara el frente de su local: así sucede en varias ciudades latinoamericanas. Más adelante, la vi como secretaria de planeación de Gallo. No era feliz: renunció.
Gloria es multifacética: abogada, experta en gestión ambiental, urbanismo, negociación, relaciones internacionales y alta gerencia. Además, entrenadora en neurolingüística. Su experiencia abarca instituciones públicas, cooperación internacional, banca multilateral y empresas de servicios públicos, liderando proyectos de impacto en ciencia, tecnología e innovación. Hace poco presentó su tesis doctoral en Literatura. Confieso que temía que no la terminara, pues después de sus cuatro maestrías aún no concluía su otro Doctorado ¿Tuguria?
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Ella encarna la certeza de que la identidad no depende de títulos ni cargos, sino de la coherencia personal. Su decisión de limitar cada función a tres años revela independencia y compromiso con lo esencial: ser ella misma. Los cargos pasan y las instituciones se desvanecen, pero su presencia permanece, recordándonos que cada ser, quitadas todas las máscaras, en esencia es el reflejo de quienes le aman
Gloria la tiene muy clara —más que yo— sobre lo que es el civismo. No en vano, cuando fundó Orgullo Pereirano estableció que nunca debería ser una ONG con jerarquías ni estructuras rígidas. Me dijo: el civismo carece de esas formas. Seguro habrá quien hable mal de nosotros a nuestras espaldas porque para algunos civismo son estatutos, sello oficial, organigrama (…)
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