revolucion en el melanoma nueva prueba genetica podria reemplazar la biopsia del ganglio centinela dia ocupado cirujano 329181 19717
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Una innovadora herramienta desarrollada por Mayo Clinic en colaboración con SkylineDx podría transformar la forma en que se evalúa la propagación del melanoma. Se trata de una prueba genómica capaz de identificar con precisión qué pacientes presentan bajo o alto riesgo de tener afectación en los ganglios linfáticos, un avance que podría evitar que miles de personas se sometan a la biopsia del ganglio centinela, una cirugía frecuente pero invasiva.

La investigación es el estudio prospectivo más grande realizado hasta ahora en este campo. Entre 2021 y 2024, participaron 1.761 pacientes con melanoma en etapas tempranas en nueve centros oncológicos de Estados Unidos. Los resultados fueron contundentes: el 93% de quienes fueron clasificados como de bajo riesgo no tenían cáncer en los ganglios, mientras que cerca del 25% de los de alto riesgo sí presentaban metástasis microscópicas.

A diferencia de la biopsia tradicional del ganglio centinela —que requiere anestesia, una segunda incisión y puede causar dolor, infección o linfedema— esta prueba analiza ocho genes del tumor, combinando esa información con la edad del paciente y el grosor del melanoma. El análisis, conocido como Merlin CP-GEP Test, se realiza a partir del tejido obtenido en la biopsia inicial, sin necesidad de pruebas o citas adicionales.

Para la doctora Tina Hieken, cirujana oncóloga y autora principal, el hallazgo abre una puerta a la medicina verdaderamente personalizada: “La cirugía sigue siendo esencial en el tratamiento del cáncer, pero este estudio demuestra que no todos los pacientes necesitan una biopsia del ganglio centinela. Esta herramienta nos permite tomar decisiones basadas en la biología real del tumor”.

Actualmente, hasta un 80% de las personas que se someten a esta cirugía finalmente no presentan cáncer en los ganglios, lo que evidencia su sobreutilización. La nueva prueba genómica podría reducir significativamente esas intervenciones y orientar mejor los recursos médicos, además de disminuir riesgos para los pacientes.

El melanoma —el cáncer de piel más agresivo— incrementa su gravedad cuando llega a los ganglios linfáticos, por lo que determinar su propagación es clave para definir el tratamiento y el seguimiento posterior. El dermatólogo Alexander Meves, quien lideró estudios previos de validación, destacó que el avance “traduce procesos moleculares complejos en una herramienta clínica útil”.

Los investigadores trabajan ahora en integrar la prueba en protocolos de tratamiento para evaluar si, además de evitar cirugías innecesarias, permite predecir mejor la recurrencia del melanoma y ajustar los planes de vigilancia.

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